Entre alabaos, currulaos, dramatizaciones y rituales culturales propios del Pacífico, las familias de los desaparecidos conmemoraron una vez más este día.
En el puerto, según la Unidad de Víctimas, desde 1985 hasta la fecha han sido reportadas 1752 desapariciones forzadas. Incluso, por encima de Cali, que presenta 1008 casos.
“A mí me desaparecieron un sobrino, Domingo Arrechea Venté, el 4 de noviembre de 2003, después de 13 años nadie me ha dado razón de qué pasó con él”, cuenta Florencia Arrechea, integrante de la Capilla de la Memoria, organización de mujeres que se reúnen una vez por semana en la Iglesia San Pablo Apóstol del barrio Lleras, a orar por sus familiares desaparecidos.
Para el personero distrital de Buenaventura, Jesús Rodríguez, el tema de las cifras de desaparición cada vez se complica más, porque son pocas las personas que se atreven a denunciar las desapariciones.
“Este año tenemos el registro de cuatro casos, es lamentable, por eso hacemos el llamado a los familiares para que denuncien y se puedan hacer las rutas de búsqueda”, aseguró.
La situación de desaparición y violencia en Buenaventura también se hace particular y diferente a la de otras ciudades del país, por la forma en la que se pierde el rastro de las personas reportadas. “La técnica o modalidad de desmembramiento hace la desaparición más violenta y más difícil, esto complica aún más la respuesta a las familias”, dice Giuseppe Renda, jefe de subdelegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en el suroccidente colombiano.
Este año se registró un caso de desmembramiento en enero.
En el marco de la conmemoración del día internacional de los desaparecidos, el Comité Internacional de la Cruz Roja realizará diferentes actos entre los que está la entrega oficial de osarios y bóvedas en el Cementerio Central de Buenaventura, que servirán para los restos de cuerpos sin identificar.
Según el CICR, las bóvedas están disponibles para acoger hasta 461 restos humanos sin identificar, o también a personas que sean identificadas pero no reclamadas por sus familiares.
