Redacción BL 
La mayoría de los homicidios ocurrieron en Acapulco, en donde cuatro hombres fueron arrojados con vida desde puentes. Juárez, Monterrey y Colima, los otros escenarios
Acapulco, una de las principales ciudades del estado de Guerrero, volvió a sufrir una jornada sangrienta en la que al menos 12 personas perdieron la vida en diversos hechos relacionados con el crimen organizado.
Atados de pies y manos y con la cabeza envuelta en cinta, cuatro hombres fueron arrojados 200 metros del puente de una autopista. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal informó en un parte policial que "se presume que fueron arrojados con vida".
Horas antes, la SSP estatal informó que en la policía localizó en distintos lugares del puerto de esa ciudad los cuerpos de ocho hombres asesinados a tiros, incluidos cuatro adolescentes de 17 años.
Poco antes, la policía localizó en distintos puntos de Acapulco nueve vehículos abandonados, cinco de los cuales habían sido incendiados.
No se informó si todos los hechos estaban relacionados entre sí y hasta ahora ninguna persona había sido detenida.
Esa ciudad ha padecido una creciente violencia tras una ruptura en el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, lo que ha provocado una drástica caída en los números del turismo.
En tanto, la violencia narco también afectó el norte del país, donde ocho presuntos sicarios murieron en dos distintos enfrentamientos con militares mexicanos en las afueras de Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León.
La Secretaría de la Defensa Nacional informó en un comunicado que tras los enfrentamientos fueron decomisados cuatro vehículos, 12 armas largas, una escopeta lanza granadas y diversos cartuchos.
En Monterrey el aumento de los asesinatos está relacionado al rompimiento de la alianza que mantuvieron por cerca de una década el cártel del Golfo y Los Zetas.
En Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México, cinco adolescentes fueron asesinados cuando se desplazaban en un vehículo, al ser atacados por un grupo de sicarios.
En distintos hechos, otras cuatro personas fueron ultimadas en Colima, capital del estado homónimo. Una de las víctimas murió como consecuencia de los repetidos golpes que recibió de desconocidos, mientras que otra persona fue incendiada dentro de su vivienda.
La violencia del crimen organizado ha dejado más de 36.400 asesinados en todo el país desde diciembre del 2006, cuando el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas.
