Home Tecnología Tecnología y necesidades:caras de la misma moneda

Tecnología y necesidades:caras de la misma moneda

por Redacción BL
La Voz del Interior

Este es un año de mucho debate sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas. Para alimentar este análisis y llegar a buen puerto, es preciso considerar todas las formas en que la tecnología nos interpela y se introduce en nuestras vidas.

Hay un hecho que no es novedoso: utilizamos la tecnología en infinitos ámbitos y con múltiples finalidades: en la comunicación, en la realización de tareas, en el aprendizaje y en el acceso a la información, entre muchas otras. Según un informe publicado por Hootsuite en enero de 2020, el 67% de la población mundial contaba con un teléfono celular, el 59% tenía acceso a internet y el 49% utilizaba redes sociales.

Estos niveles de penetración de la tecnología muestran también correlato en el escenario local. El módulo de acceso y uso de tecnologías de la información y la comunicación (mautic), de la última Encuesta Permanente de Hogares del Indec (2019) advierte que el 79,9% de la población de Argentina utiliza internet, mientras que el 82,9% de los hogares tiene acceso a este servicio.

El informe indica que internet se deslocalizó en los últimos años y perdió arraigo a un lugar físico determinado –como la computadora– debido al crecimiento del uso de teléfonos inteligentes y a la extensión de la frecuencia 4G.

Este nivel de penetración de la tecnología en la población fue el que permitió que el mundo no se detuviera en marzo de 2020.

Comunicación. La invención del teléfono (1877); la introducción de la comunicación satelital (1965); la posibilidad de enviar un correo electrónico a través de una red (1971); la popularización de la telefonía móvil (década de 1980); el nacimiento de la web (1991), y la masificación de servicios como mobile apps, tecnologías cloud y bots, o soluciones de realidad virtual, robótica y avatares (siglo 21) revolucionaron el contacto entre las personas.

En los últimos años, la aceleración de los cambios lo hizo evidente. Hoy, la situación mundial generada por la pandemia realzó sus ventajas. En un momento en que todos nos “refugiamos” en nuestras casas, contamos con múltiples medios de comunicación a nuestra disposición, que nos permiten seguir en contacto con amigos y acompañar a familiares en aislamiento.

Trabajo. La tecnología demostró que trabajar desde casa es posible. Los recursos digitales permiten que muchas empresas puedan continuar las operaciones de forma remota.

Por otro lado, algunos desarrollos posibilitan estar cerca de los clientes y conocerlos, para ofrecerles mejores experiencias. Más aún, dispositivos novedosos con sensores permiten monitorear los negocios a la distancia. Si no hubieran dado este salto y adoptado procesos, maquinaria y dispositivos digitales, muchas compañías estarían afrontando una situación muy grave.

Educación. Desde hace años, los programas de actualización online se posicionan como una alternativa para los trabajadores, pues les permiten capacitarse sin necesidad de asistir a un espacio determinado en días y horarios específicos. Ante la pandemia, las escuelas no tuvieron mucho tiempo para adaptarse al aprendizaje en línea, pero gracias a plataformas pudieron seguir funcionando y están generando procesos creativos para llegar a sus estudiantes.

Entretenimiento. Plataformas de video, gaming y ejercicio físico, entre muchas otras, están disponibles de forma gratuita en internet. Las formas de aprovechar el día dependen de cada uno, pero hay una tendencia a hacerlo de manera guiada, con propuestas que mezclan el placer y el aprendizaje.

Miradas

En ocasiones, la tecnología es cuestionada con diversos argumentos, como la invasión a la privacidad, la generación de dependencia o incluso el carácter innecesario. Pero la clave para los desarrollos es el enfoque. La aplicación y la presentación de un desarrollo, entendido como una herramienta para las personas y para las empresas, están destinadas a rendir frutos. Permiten mejorar y simplificar la calidad de vida y eficientizar los negocios.

Además, los beneficios deben ser analizados en cada caso. Una pelota de básquet con sensores que miden la cantidad de piques, la distancia y la velocidad del tiro, por ejemplo, puede parecer innecesaria para una persona que no practica el deporte. Pero, sin dudas, la perspectiva de un profesional de la disciplina será diferente: las mediciones obtenidas a través de los sensores le permiten trabajar en la precisión de sus pases.

Del mismo modo, una aplicación para reclutar personal puede parecer innecesaria para una compañía asentada en la Ciudad de Buenos Aires, dada la facilidad con que puede conseguir candidatos en plataformas de empleo o de forma directa. Pero para un productor agropecuario, que tiene escaso o nulo contacto con poblaciones cercanas, es un as bajo la manga.

Es posible centrarse en ambos extremos: en los aspectos negativos o en el bien potencial. Ambas vetas existen y no deben ser negadas.

Al final del día, son las personas y las empresas las que pueden trazar la línea entre aquello de la tecnología que los beneficia y aquello que les hace daño. La responsabilidad de encontrar el equilibrio es de todos.

*CEO en Agency Coda

Edición Impresa

El texto original de este artículo fue publicado el 29/11/2020 en nuestra edición impresa.



Fuente de la Noticia

You may also like

Adblock Detected

Apóyenos desactivando la extensión AdBlocker de sus navegadores para nuestro sitio web.