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A las 5:15 p.m. el paramilitar conocido como “Chinga”, con el ” Wali” en la calle La Ramiro, barrio La Playita, abordó a joven del Espacio Humanitario reiterando la amenaza a Jacobo “vamos a matarlo por sapo”.
La nueva amenaza proferida por un niño de 13 años que forma parte de las estructuras paramilitares que pasa armado o sin armas en frente de la policía es un indicador del poder criminal, de su capacidad de usar métodos perversos para tratar de sostener su poder.
Esta amenaza se suma a la intimidación que viene siendo objeto los familiares del joven Oscar Fernando Martínez Torres, luego de su asesinato por paramilitares.
Como se recordará Oscar se vinculó a las estructuras paramilitares 20 días atrás, ante la ausencia de respuesta institucional que los afrocolombianos vienen demandando para evitar el reclutamiento forzoso.
Desde el 13 de abril cuando se inició la experiencia del Espacio Humanitario la respuesta del Estado Colombiano ha sido absolutamente precaria.
Bogotá, D.C. 6 de agosto de 2014
Comisión intereclesial de Justicia y Paz
