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Apuesta por un mundo mejor. Dile ¡adiós a la basura! y emprende con este novedoso modelo de negocio

por Redacción BL
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Apuesta por un mundo mejor. Dile ¡adiós a la basura! y emprende con este novedoso modelo de negocio


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En un país como México, que genera más de 44 millones de toneladas anuales de basura, las zero waste stores están en la mira de una nueva generación de emprendedores, que si bien quieren generar ingresos y generar fuentes de empleo, también tienen el motivador de preservar el ambiente y construir un mundo mejor.

Para lograrlo evitan el uso de embalajes, bolsas o empaques, apelan al comercio justo, expenden a granel, usan envases retornables, acuden a la proveeduría local y no es de extrañar que en sus establecimientos optimicen el uso de recursos como el agua y la energía eléctrica, por ejemplo.

Entre los efectos positivos que buscan lograr están disminuir el desperdicio de alimentos del sector minorista y garantizar la seguridad alimentaria, así como reducir los desechos que provienen de contenedores y embalajes, un claro problema que se presenta como un gran reto para los supermercados

¿Qué venden? Desde granos, cereales y semillas hasta pastas y lácteos; productos para el cuidado personal o para la limpieza del hogar, o artículos de uso cotidiano libres de plástico o elaborados con materiales ecológicos o biodegradables. 

Aunque no hay un censo de cuántos establecimientos especializados existen, se calcula que hay una centena de tiendas online y entre 22 y 25 establecimientos físicos.

El movimiento zero waste no es una moda, sino una necesidad que se volverá el estilo de vida delfuturo y que abre una gran oportunidad para crearnegocios en torno a esta tendencia.

Segmento de clientes

Una tienda zero waste tiene un perfil de clientes definido: hombres y mujeres de entre 20 y 50 años, de nivel socioeconómico medio/alto, interesados en el cuidado del medio ambiente y con una clara inclinación hacia los productos orgánicos elaborados con prácticas sustentables. La mayoría son mujeres millennials,

Los emprendedores del ramo los dibujan como personas curiosas y activas, que pueden estar involucradas con ciertos movimientos (por ejemplo animalismo o veganismo) y que buscan reducir por sobre todas las cosas su huella ambiental.

“Al principio la gente no sabía del concepto. Ha sido una labor de educación. Ahora ya tenemos una comunidad gracias a esos early adopters que nos ayudaron a evangelizar. A muchos incluso los conocemos por su nombre”, explica Karla Campos, fundadora de Somos Tierra, una marca de productos ecológicos para el cuidado personal libres de envase/envoltura que se venden en una tienda propia y a través de 35 distribuidores en el país.

Dicho proceso de educación ha permeado hacia diferentes segmentos, pero definitivamente son los hípsters y los millennials quienes se decantan por el modelo. 

Propuesta de valor

Las primeras zero waste store del mundo surgieron en Londres en la primera década del siglo. Poco a poco fueron migrando al resto de Europa, Canadá y Estados Unidos. En México su antigüedad no supera el lustro.

Ofrecen productos orgánicos, ecológicos, reutilizables y que no generan basura, por lo que se consideran parte de la llamada economía circular, que apela a la reducción, reutilización y reciclaje para evitar la generación de residuos y el agotamiento de los recursos. 

Dicho objetivo es prioridad en México, pues de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) producimos 44 millones de toneladas de basura anuales (1.2 kilos diarios por cada persona), y si no hacemos algo, para 2050 la cifra llegará a 65 millones.

El problema también es mundial. El estudio What a Waste 2.0, elaborado por el Banco Mundial, revela que en 30 años se estarán generando 3,400 millones de toneladas de desechos al año (actualmente la cifra es de 2,010 millones), siendo la basura plástica una franca amenaza.

Frente a este panorama, las zero waste store contribuyen a resolver una problemática en la que gobierno, sociedad e industria son responsables. 

¿Te interesa el giro? ¡Vas con todo! Pero asegúrate de desarrollar un concepto realmente honesto, con productos orgánicos y ecofriendly, libres de empaques y envolturas.

Canales de distribución

En este giro hay dos canales básicos para hacer llegar los productos al consumidor: a través de una tienda física (venta directa) o mediante un sitio web (comercialización online). 

La venta directa es la preferida de los consumidores que quieren tocar, oler o degustar lo que compran, cerciorarse de su origen y saber que, efectivamente, su consumo no generará residuos.

Sin embargo, las tiendas online están ganando adeptos. Jericoo Good Ethics es un ejemplo, pues surgió en 2019 como un supermercado en línea ‘ecorresponsable’, que pone en contacto a los consumidores de la Ciudad de México con empresas que producen o comercializan todo tipo de productos en la onda zero waste.

Su propietario y fundador es Kilian Maillet, un francés de 30 años que, preocupado por la cantidad de basura que generamos en las grandes ciudades, lanzó este concepto con un portafolio que incluye frutas y verduras, semillas, lácteos, chiles secos y especias, y productos para el cuidado personal. 

La entrega la realiza mediante repartidores en bicicleta. Si las distancias son largas, se usan motos eléctricas. Actualmente reparten en las alcaldías Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo. 

“A manera de contenedores usamos cajas de madera retornables. Para ciertos productos empleamos bolsas de papel y envases de vidrio retornables, los cuales posteriormente recogemos y entregamos al proveedor para su sanitización y reúso”, aclara Kilian.

Uno de los retos a la vista para Kilian y para todos los emprendedores del ramo es el tema de la distribución: ¿cómo hacer para que un envío al interior de la República, por ejemplo, genere la menor cantidad de basura posible cuando los servicios de mensajería son los que establecen las políticas al respecto?, ¿qué opciones les quedan a ellos como tiendas? 

La respuesta aún está en el aire. Lo cierto, por ahora, es que los emprendedores han tenido que sacar a relucir su creatividad con métodos de entrega incluso a pie.

“En 2016 hice un viaje donde me percaté de que había lugares sin agua potable, pero con cantidades enormes de plástico. Había que hacer algo y por mi profesión de cineasta me propuse hacer un contenido en video para sensibilizar a la gente sobre esta problemática”, recuerda Cristina Mendoza, fundadora de la tienda física y online llamada Let in Green y directora de una organización no gubernamental (ONG) denominada Cero Plástico, que difunde contenidos sobre el cuidado del planeta.

La producción de ese material la llevó a crear este modelo de negocio que, en congruencia con lo que difunde, tiene prácticas de sustentabilidad que llevan a cabo, tales como la recolección de agua pluvial y el cultivo de frutas y verduras con abono hecho a partir de residuos orgánicos. 

Relación con clientes

El éxito de una zero waste store depende de la relación que construyas con tus clientes, de tu capacidad para fidelizarlos y de las estrategias para retenerlos.

Para ello es indispensable garantizar la honestidad de la propuesta, adoptar un papel de facilitador/educador con los clientes y afinar la sensibilidad para escuchar y satisfacer sus necesidades.

Cristina Mendoza lo entendió a la perfección, por lo que desarrolló un modelo de negocio con el que, por un lado, atiende a sus clientes en Let in Green, tienda física y online, y, por otro, divulga contenidos de valor para empresas y escuelas por medio de Cero Plástico.

De este modo su relacionamiento con los clientes comienza en la tienda y continúa en entidades externas, siempre apelando a lo que le apasiona: la preservación del medio ambiente.

Al igual que esta emprendedora, cuida todos los detalles y haz que tus clientes se sientan como reyes, ya sea en la tienda física, en el sitio de internet, en las redes sociales, a través de WhatsApp o email. En todos los canales procura ser atento y oportuno.

A la par puedes definir otras estrategias, como la realización de talleres in situ u online con temas como reciclaje, sustentabilidad o elaboración artesanal de ciertos productos. La idea es que el consumidor aumente su conocimiento en torno al movimiento y tenga una experiencia de consumo agradable. 

Fuentes de ingreso

En una zero waste store hay departamento de comestibles, cuidado personal y limpieza del hogar. Las ganancias son de 25% y 40% dependiendo de cada una de esas unidades de negocio. El promedio en general es de 30%.

Los precios de algunos productos son ligeramente mayores (15% a 20%) en razón de su origen orgánico o método de elaboración. Aun así, mantienen precios competitivos que, sumados a su propuesta de cero generación de residuos, enamoran a más de un consumidor. 

Los ingresos son relativamente estables la mayor parte del año, aunque se observa una ligera disminución en la llamada cuesta de enero y en el regreso a clases. ¿A cuánto asciende el ticket promedio? A 350 pesos por visita, aunque hay quienes hacen todo su súper y llevan más de 1,500 pesos en mercancía. 

Para apuntalar tus ingresos puedes introducir una línea de productos de uso cotidiano libres de plástico o ecofriendly, tales como cepillos de dientes, popotes de acero, vasijas de bambú, termos de acero, etcétera, a la cual puedes sacarle una ganancia de hasta 40%.

Obviamente, el éxito financiero de tu negocio depende de una buena administración y planificación, por lo que si no cuentas con estas habilidades es momento de buscar ayuda. Las universidades públicas y privadas, así como algunas consultoras privadas, ofrecen cursos de finanzas, administración y contabilidad para emprendedores. ¡Capacítate!

Recursos clave

Una zero waste store puede operar en un local de 50 a 70 m2 a pie de calle (de preferencia anclado a una zona comercial), con buena visibilidad y que garantice alto flujo peatonal.

Botánica a granel, por ejemplo, opera en un local de casi 70 m2, en la colonia Condesa de la Ciudad de México. Ahí expende productos “sin marca ni medida prestablecida”. Esta forma de consumo está en tendencia entre las nuevas generaciones.

Su propietaria es Silvana Huicochea, una arquitecta que dejó su carrera en una empresa de mobiliario para oficina a fin de emprender y hacer algo por el planeta.

“En 2016, estando en Alemania, fui a un minisúper que vendía productos a granel y biodegradables; pensé que era justo lo que necesitábamos en México para hacer frente al problema de la basura. Regresé con la idea de abrir un negocio similar, y en 2017 abrimos la tienda con un capital inicial de 1.5 millones”, recuerda Silvana. 

A dos años de distancia, Botánica a Granel es un referente, pues además de su punto de venta posee una tienda online, cinco empleados directos y seis en freelance, y un portafolio de más de 500 productos provenientes de una red de 70 proveedores de todo México. 

Para emular lo que hace esta emprendedora, en primera instancia ármate de cuatro o cinco colaboradores que compartan el interés por el cuidado del medio ambiente y tengan facilidad para atender a los clientes (dos pueden operar en la mañana y dos en la tarde, todos bajo la supervisión de un gerente).

A la par busca una proveeduría alineada al movimiento y asegúrate de la calidad de susproductos y la formalidad en la entrega. Este punto es fundamental para ser sostenible. Finalmente, enfócate en la ambientación del establecimiento. Puedes apelar a un concepto limpio o minimalista o a la onda ecofriendly con objetos reciclados ¡Todo se vale! Lo importante es garantizar una experiencia de compra que fidelice al consumidor

Como puedes observar, los elementos clave para arrancar se sujetan a local, equipamiento, recursos humanos e insumos. Analiza qué necesitas en cada rubro y pon manos a la obra.

Actividades clave

La operación de una zero waste store exige tener al día el inventario, limitar mermas, evitar la contaminación cruzada, lograr una adecuada gestión del personal y vender más. Una de esas tareas clave es la gestión de la proveeduría, que debe garantizar dos cosas: entrega a tiempo y calidad. 

La Nature —una tienda especializada en lácteos orgánicos, postres, salsas, compotas, aguas de sabor, cosméticos y productos para el hogar— lo ha conseguido. De este modo, la leche y el requesón vienen de un rancho en el Ajusco; el yogur, crema y mantequilla, de Querétaro; el ghee y jocoque, de Valle de Bravo, y leche, de Puebla. A esto se suman otros proveedores de productos de cuidado personal y limpieza para el hogar que ha ligado a lo largo de los más de tres años.

“Vendemos en envases de vidrio retornables que sanitizamos y volvemos a emplear. Cada envase retornado en buenas condiciones genera un reembolso o un descuento en la siguiente compra, con lo que el cliente gana, se fideliza y reduce su huella ambiental”, explica su fundadora, Laurence Cuvillier, una periodista francesa de 37 años que, consciente del problema ambiental, abrió La Nature en 2016.

Al igual que esta emprendedora, haz que tu negocio crezca a partir de una proveeduría de diez y un manejo de inventario eficaz, pero también de ciertas acciones como la limpieza cotidiana de zonas comunes y contenedores, la puntualidad al abrir, la atención a clientes y la preservación de los productos. 

Por ejemplo, si son alimentos refrigéralos a la temperatura adecuada, guárdalos en contenedores idóneos y fumiga regularmente para evitar fauna nociva, pero si se trata de sólidos para el cuidado personal mantenlos a salvo del calor, la humedad y el polvo.

Alianzas clave

Dicen que en la guerra como en los negocios la unión hace la fuerza y en este giro la premisa no es la excepción, por lo que es conveniente buscar a terceros que te ayuden a catapultar tu idea de negocio, sobre todo cuando se trata de un giro que está en ciernes y necesita de la difusión y evangelización de los consumidores.

Una muestra de ello es Somos Tierra, que creó una alianza con pobladores de La Marquesa, Estado de México, para desarrollar un proyecto de conservación en el que integró el cultivo de las plantas que usa para elaborar sus productos y generar empleo para la comunidad. 

“Estamos en vías de obtener nuestra certificación como Empresa B, que certifica los estándares para dar solución a problemas sociales y ambientales”, explica Carla Campos, propietaria de este emprendimiento que se caracteriza por tener productos libres de envase y no testados en animales.

Otro tipo de alianza es con empresas establecidas de diversas industrias. Jericoo Good Ethics, por ejemplo, se alió con Kellogg´s para vender a granel su línea de cereales.

“Kellogg´s me entrega productos a granel. Lo envía en paquetes de 15 kilos. Yo lo empaco en papel o vidrio. La idea es quitar mucho del plástico y basura, pero a veces me enfrento al reto del precio; debo tener precios muy atractivos para que la gente se interese”, explica Kilian, fundador de Jericoo.

Aunque estos acuerdos son clave, también puedes voltear hacia otros caminos; por ejemplo, capacitadores en la filosofía ecológica para dar talleres en tu tienda, proveedores de frascos de vidrio, influencers, etcétera. ¡Tú decides!

Estructura de costos

La inversión inicial para abrir una tienda zero waste va de los 1.2 millones de pesos en adelante, los cuales se destinan a tres rubros básicos: a) renta inicial y remodelación del local, b) equipamiento, mobiliario y decoración, c) stock inicial de productos alimenticios, cuidado personal e higiene del hogar, y d) gastos administrativos y de apertura.

La renta inicial y la adecuación del espacio físico absorbe alrededor del 30% de ese capital en razón de la obra hidráulica y eléctrica, así como de trabajos en piso de venta, zona de pesaje/caja, bodega y sanitario.

El equipamiento y decoración, por su parte, puede significar una inversión de entre 220,000 y 250,000 pesos dependiendo de la calidad y capacidad de lo que adquieras. Lo básico es una caja registradora, una terminal punto de venta, estantes y contenedores, dos básculas, un refrigerador industrial y utensilios diversos (palas, pinzas); dos computadoras, una impresora, un software de administración, un sistema de circuito cerrado, una alarma y una póliza de seguro por daños a terceros.

El resto de la inversión destínala a comprar los productos para la venta (500,000) Otros 85,000 para construir un sitio con carrito de compras, desarrollar la imagen corporativa, registrar la marca y pagar derechos de apertura. 

Recuerda tener siempre un ‘colchón’ para operar los primeros tres a seis meses en lo que atraes a los primeros clientes y vas posicionando tu marca tanto en la colonia en donde operas como, en su caso, por internet, lo cual restará presión a tus finanzas.

Pide consejo, infórmate y recuerda que estepuede ser el inicio de una industria boyante. Y recuerda que toda gran empresa comenzó como un sueño. ¡Atrévete a emprender!  

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