Redacción BL
Esta semana se podría dar un paso crucial en la historia jurídica del país si el Congreso aprueba la posibilidad de que se aplique la cadena perpetua a los violadores de niños, un anhelo de una parte de la ciudadanía que lleva varios años siendo impulsado en el Legislativo.
A partir de este miércoles, la plenaria del Senado comenzará el último debate de un proyecto de reforma constitucional que busca incorporar este castigo, el cual no existe dentro de las normas colombianas.
La idea es reformar el artículo 34 de la Constitución Política para que una de las condenas que los jueces puedan aplicar a estos delincuentes sea la pena de prisión perpetua.
Aunque la incorporación de esta sanción ha sido debatida desde hace varios años, es la primera vez que se llega tan lejos en su adopción.
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Así lo resaltó la hija de la fallecida congresista Gilma Jiménez, Yohana Jiménez, quien recogió las banderas de su madre, una de las primeras líderes políticas en comenzar a impulsar el tema.
“Después de trece años de lucha, hoy estamos más cerca que nunca (…) Llegar tan lejos significa que está existiendo voluntad política de los congresistas, lo que hacía falta en el pasado”, dijo Yohana Jiménez.
Excepcionalidad
Aunque hay algunos factores que parecen tener tranquilos a diferentes sectores políticos, varios puntos de la iniciativa siguen generando polémica. Uno de ellos es que, según la propuesta que ya se radicó ante el Senado y que se debatirá y votará esta semana, la idea es que la cadena perpetua sea una sanción excepcional.
Al principio del tránsito de esta iniciativa por el Capitolio se entendía que esta sanción se les aplicaría a todos los culpables de delitos sexuales contra los menores de edad, pero esto cambió durante el trámite.
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En el último tramo se aprobó que la pena de prisión perpetua se aplique solo en los casos en los que se reúnan diferentes conductas que agraven la agresión sexual contra un niño.
Este hecho supone que, en caso de que el proyecto sea aprobado esta semana en el Congreso, cada juez deberá valorar las circunstancias en las que sucedieron los hechos y, si es del caso, emitir una cadena perpetua. En caso contrario, deberá aplicar las sanciones previstas para este tipo de delitos sexuales.
En otras palabras, según lo han dicho algunos de los ponentes del proyecto, para que se imponga una cadena perpetua es necesario que se reúnan todas las circunstancias de agravación punitiva que puede tener un hecho de esta naturaleza y que el mismo genere indignación en la sociedad. De lo contrario, las penas serán las mismas que hasta el momento.
Esta excepcionalidad respondió a teorías de los enemigos de la iniciativa, los cuales argumentaron la posibilidad de que se pudieran cometer injusticias en algunos casos que involucran menores de edad.
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El senador por ‘la U’ Roy Barreras, otro de los coordinadores ponente del proyecto, ha puesto ejemplos de lo que puede ocurrir con menores de edad que tengan relaciones sexuales consentidas y que, posteriormente, estas sean presentadas como una violación.
Pese a las explicaciones que han dado algunos de los ponentes del proyecto sobre la excepcionalidad, varios académicos y críticos –especialmente desde sectores de oposición al Gobierno Nacional– han dicho que insistirán en sus posiciones.
Reglamentación
La aplicación de una pena de prisión perpetua, según lo propuesto para el debate de esta semana, dependería de una reglamentación que el Gobierno Nacional, el cual ha apoyado el proyecto, debería tramitar en un término de año.
En esta normativa deberá quedar claro, entre otros aspectos, en qué casos se puede aplicar una cadena perpetua y en cuáles se deben imponer las sanciones previstas en la normas vigentes.
Y, adicionalmente, según lo propuesto, habría una revisión de la cadena perpetua a los 25 años se haber sido aplicada por los jueces de la República.
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No obstante, hay algunos puntos que prometen encender el debate esta semana como, por ejemplo, hasta qué punto el aumento de castigos provoca que se reduzca la comisión de este tipo de delitos, y qué pasaría con el hacinamiento carcelario que, posiblemente, aumentaría con la adopción de cadenas perpetuas para algunos culpables de delitos sexuales contra los niños.
Quiero agradecer al Congreso el trabajo que viene adelantando. Estamos a un debate de que en nuestro país honremos la memoria de Gilma Jiménez
Los tiempos son otro factor que jugará en contra de este proyecto, el cual tiene hasta el próximo sábado para completar su trámite en el Congreso. Esto incluye la aprobación en la plenaria del Senado y, posiblemente, una conciliación de los textos aprobados en Senado y Cámara. Y por tratarse de una reforma constitucional, no puede tramitarse en sesiones extras.
Así las cosas, esta semana será definitiva para la aprobación de este proyecto de reforma constitucional en el Congreso que podría significar, de paso, un hito fundamental en la historia jurídica del país.
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