Redacción BL
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El presidente de Venezuela logró la aprobación de una ley que regula la organización, estructura, gestión y funcionamiento de la educación superior
A días de perder la mayoría oficialista, la Asamblea Nacional venezolana aprobó en primera discusión la polémica norma. Los estudiantes movilizados denuncian la destrucción de la autonomía universitaria.
En su articulado se detalla que la educación superior debe promover: "la patria socialista", "el socialismo bolivariano", "la construcción de una sociedad sin clases" y "el anticolonialismo político y epistémico".
El tercer capítulo titulado "Procesos fundamentales de la educación universitaria" asegura que la Universidad "debe contribuir a la construcción del modelo productivo-socialista mediante la vinculación, articulación, inserción y participación de los estudiantes y trabajadores universitarios, conjuntamente con las comunidades, en el desarrollo de actividades de producción de bienes materiales, transferencia tecnológica y prestación de servicios".
Según informó El Unversal, se establece el "voto paritario" para la elección de las autoridades, lo que -según el texto- supone "la igualdad de condiciones en la participación electoral de la comunidad universitaria". Sin embargo, por "comunidad universitaria", esta ley no contempla a los graduados. De los comicios directos participarán sólo alumnos y trabajadores (docentes y no docentes), lo que desmantela el gobierno tripartito.
Los estudiantes no son los únicos que se movilizaron en contra de esta norma. Casi 40 profesores de siete universidades venezolanas desarrollaron un proyecto de ley alternativo que difunden a través de Internet, junto con una planilla de recolección de firmas que también circula por la web. Buscan revertir lo que ellos llaman "la aplanadora que el Gobierno quiere aplicar en este tema".
A partir del próximo 5 de enero, el bolivariano ya no contará con mayoría calificada en la unicameral Asamblea Nacional. En total, 65 diputados de la oposición se sumarán al Parlamento. Con la fecha cada vez más cercana, Hugo Chávez activó su primacía, y en los últimos 20 días aceleró la aprobación de leyes que considera claves para su proyecto.
Se trata de normas, en su mayoría orgánicas, que se incorporaron a la agenda parlamentaria en menos de un mes, entre ellas la polémica Ley Habilitante (ver nota relacionada) que le otorga superpoderes para que el Ejecutivo gobierne por decreto; una ley para regular la prensa (ver nota relacionada) y otra para establecer un punto único de acceso a Internet (ver nota relacionada).
