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Coronavirus Colombia hoy: Entrevista de Maria Isabel Rueda al director del DNP – Sectores – Economía

por Redacción BL
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Coronavirus Colombia hoy: Entrevista de Maria Isabel Rueda al director del DNP - Sectores - Economía

Luis Alberto Rodríguez es el director de Planeación Nacional. Se trata de un destacado joven economista, que ahora tiene la responsabilidad de planear las políticas públicas y económicas de Colombia. Explica sus fracasos y sus retos.

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Colombia tiene menos manejo de maniobra de fondos que otros países de la región, que han ahorrado más en el pasado. Por ejemplo, Chile y Perú ahora están gastando varios puntos del PIB. ¿Eso nos pone en desventaja?

En 2018 Perú tenía una deuda cercana al 20 % del PIB, mientras que la nuestra estaba por encima del 45 %. Colombia pudo hacer esfuerzos mayores cuando los precios del petróleo estuvieron más altos, la década pasada.

A pesar del poco espacio fiscal, necesitamos soluciones, los problemas no dan espera. Arrancando la emergencia, con el decreto 444, creamos una fuente de recursos cercanos a los 15 billones de pesos, aparte del Presupuesto General de la Nación 2020, que es el famoso Fome (Fondo de Mitigación de Emergencias).

Hemos ido sumando más recursos a ese fondo. Sabemos que es posible que se necesiten más recursos en el marco de la atención al covid-19.

Hablemos de las regalías, que son de los gobernadores y alcaldes. Planeación es el que las controla. ¿Se las gastaron, se las están gastando o se las van a gastar? Y si no se las han gastado, ¿por qué?

En 2018, solo aprobar un proyecto en el Sistema General de Regalías tomaba cerca de 160 días, con una carga burocrática muy grande. En 2019 nos toma, en el mismo Sistema General de Regalías, 65 días. Pero no es suficiente. Por eso pasamos un acto legislativo, el 005 del 2019, que tiene dos objetivos: primero, bajarle aún más la burocracia al Sistema General de Regalías y, segundo, devolver recursos a las regiones productoras, sin quitarles a las no productoras.

Todas las decisiones que se tomen en política económica tendrán que evaluarse con toda la autocrítica posible

¿Ese sistema de regalías está funcionando de manera eficiente?

Definitivamente sí, pero todavía admite ajustes. Por la emergencia, sacamos un decreto legislativo que permite a los alcaldes y a los gobernadores ejecutar los recursos de regalías, si son para salud, de forma más expedita. Esos recursos son de las regiones, y nosotros hacemos un trabajo de asistencia técnica y acompañamiento.

Pero, según parece, se los están robando…

Me parece injusto generalizar. Creo que los organismos de control están haciendo una gran labor para cuidar los recursos públicos en la pandemia. También creo que hay inversiones territoriales que vale la pena aplaudir.

¿El Gobierno no estará pensando en echarles mano a esos recursos por el coronavirus?

No lo permite la Constitución. Al contrario, nuestra reforma de 2019 lo que logró fue precisamente quitarle ese centralismo al Sistema General de Regalías aprobado en el 2011, que aunque tenía algunas cosas positivas, por ejemplo, que buscaba disminuir las famosas ‘piscinas de olas’, también les quitó recursos a las regiones productoras. Nuestra reforma devuelve recursos a las regiones y disminuye burocracia.

El Banco de la República está garantizando la liquidez. Emite y contrae para mantener una tasa de interés que su propia junta ha fijado en 3,75 % ¿Usted cree que lo está haciendo bien?

Sin duda. Gran parte del desempeño de la economía colombiana se debe a una institucionalidad económica muy sólida. Con un banco central independiente, en cuya junta participa el Ministerio de Hacienda, que hasta el momento ha estado aportando liquidez, no solo de la forma como usted lo menciona. El banco ha estado oportuno, y es uno de los grandes legados que tenemos en política económica.

Lo que ha hecho en estos días el banco es comprar papeles; de los bancos, CDT; y del Gobierno, TES. Pero la pregunta es: ¿debe ir el banco más allá, prestándole al Gobierno plata con la maquinita?

Mal haría yo en intervenir en conversaciones de la junta directiva, debe ser ella la que tome esas decisiones. No obstante, debo decirle que, por lo que hemos visto hasta el momento, en época de pandemia, todas las decisiones que se tomen en política económica tendrán que evaluarse con toda la autocrítica posible.

En ningún país del mundo, salvo en Inglaterra, un banco central ha puesto a funcionar la maquinita, pero el Gobierno debe repagarle este mismo año lo que le prestó, con intereses. El Banco de la República, para hacer eso, tiene que tener unanimidad, discusión que seguro incluirá si por ello cobrará el banco intereses a la nación. ¿Eso no es como cobrarle uno intereses a uno mismo?

Cualquier decisión en ese aspecto tendrá que tomarse unánimemente por la junta directiva. Personalmente admiro mucho a los miembros actuales. Y hay plena confianza en el trabajo que se hace, de manera coordinada, entre el Gobierno Nacional y el Banco de la República, para sincronizar la liquidez que se requiere en estos momentos.



Luis Alberto Rodríguez es uno de los altos funcionarios del Gobierno de menor edad.

Foto:

Cortesía Planeación Nacional.

¿Una vez abierta la llave de la maquinita del banco, no es peligrosísimo que no sea tan fácil volverla a cerrar?

Hablamos de casos hipotéticos. Estamos viviendo una pandemia, con un choque económico nunca antes visto, y probablemente necesitaremos discusiones que nunca antes se habían tenido. Y le voy a poner otro ejemplo, que no tiene que ver con la política monetaria.

En Colombia habíamos pensado que a los únicos a los que teníamos que darles recursos y transferencias en efectivo era a la población en pobreza; por ejemplo, Familias en Acción.

Eso ha sido así durante 20 años, desde 1999. Habíamos diseñado, incluso, una base de datos, el Sisbén, para focalizarlos. Pero esta pandemia, en menos de tres semanas, nos puso a llevarles recursos, con el programa Ingreso Solidario, a quienes no solo no estaban en Familias en Acción, sino que antes jamás habían recibido una transferencia en efectivo del Estado.

¿Y a pesar de las críticas, está satisfecho con los resultados?

El trabajo de Ingreso Solidario, como también el de la devolución del IVA, ha sido gratificante. Muchos técnicos detrás de ese trabajo, y millones de colombianos beneficiándose de los resultados.

A Colombia le tomó 20 años llegar a 2,6 millones de beneficiarios de Familias en Acción; el programa Ingreso Solidario en días llegó a 1,2 millones, y llegaremos a 3 millones, muchos no bancarizados, en pocas semanas.

Sabíamos que habría aprendizajes en la implementación, pero en crisis hay que asumir riesgos; si no, los más vulnerables sufrirían la inacción.

La Fiscalía y la Procuraduría informaron el viernes que abrieron una investigación contra el programa Ingreso Solidario, que maneja Planeación. ¿Qué piensa sobre eso?

Estamos y estaremos atentos a responder todas las dudas, como lo hemos hecho hasta el momento.

Hablemos del Fondo Monetario Internacional. El reporte más reciente dice que este segundo trimestre de Colombia, será el peor de todos; que el tercer trimestre será negativo, pero menos malo, y que en el cuarto podremos de pronto remontar. ¿Aguantaremos?

De todas maneras, el choque que tengamos va a depender de las decisiones que se tomen ahora. Si la pandemia demorara mucho tiempo, y no encontráramos un balance efectivo entre salvar la vida, cuidarnos del virus, pero al mismo tiempo salvar la vida del hambre, los colombianos no podríamos aguantar.

Estamos viviendo una pandemia con un choque económico nunca antes visto,y probablemente necesitaremos discusiones que nunca antes se habían tenido

El Fondo Monetario Internacional dice que Colombia va a decrecer en 2,4 % su actividad económica. La Cepal, que 2,6 %. ¿El desempleo se va a disparar?

En una crisis económica en la que tenemos una tasa de crecimiento negativo, por primera vez en muchos años, es de esperar que se deterioren indicadores como la tasa de desempleo. Por eso hemos tomado medidas para contrarrestarlo, por ejemplo, emitir garantía estatal del 90 % a los créditos que se usen para pagar nómina y proteger el empleo.

¿Es una falsa disyuntiva la que se dice que hay entre la economía y la salud?

Mire, aquí hay un solo objetivo: salvar la vida de los colombianos. En esta coyuntura nos podemos morir principalmente de dos cosas: del covid-19 y del hambre.

¿De qué sería partidario? ¿De darle plata a la gente o de darles plata a las empresas, para que no despidan a la gente?

La mía: darle plata a la población, que era la más vulnerable antes de la pandemia, y a otra, que es vulnerable por la pandemia. Para eso hay que darle plata a la gente y también a las empresas, para que no despidan.

Aquí hay poblaciones que, efectivamente, todavía no han perdido el empleo y que, con una ayuda, puede que no lo pierdan nunca. Pero hay otras poblaciones que nunca han tenido un empleo, que estaban en la informalidad, y a esas la única forma de llegarles es con una transferencia en efectivo.

Hay una cantidad de sector informal, sin bancarización. ¿Cómo se les entregan las ayudas?

Hoy, con su celular puede hacer una transferencia. Le voy a poner dos ejemplos. Hay un producto que se llama Daviplata y hay otro que se llama Nequi, uno es del grupo Davivienda y el otro de Bancolombia.

Esos productos permiten hacer transferencias de un celular a otro, sin necesidad de tener una cuenta bancaria. En pocas semanas hemos hecho casi un millón de giros de devolución del IVA e Ingreso Solidario a personas no bancarizadas a través de esos mecanismos. Usando esa infraestructura, que no es pesada, no tiene mayores costos ni tramites tan sofisticados.

Antes de pasar por esta crisis del coronavirus, la cartera de los bancos estaba sana. ¿Peligran los bancos en este momento con esas deudas?

Hasta el momento no hay preocupaciones; y por eso creo que el Banco de la República ha hecho lo correcto, dándole liquidez a la economía. Hoy, todos los colombianos pueden estar seguros de que sus ahorros, bajo ninguna circunstancia, van a dejar de existir.

Si por alguna razón viniera un choque externo muy profundo, que estrese el sistema financiero, inmediatamente el Fogafín podría actuar y salvar los ahorros de los colombianos. Eso no existía en Colombia hace unas décadas; insisto: somos un país con una institucionalidad económica sólida. En esto insisto, sin negar retos estructurales y coyunturales.

Colombia nunca había tenido un endeudamiento tan alto, y la deuda externa, está creciendo no solamente por el dólar, sino porque los impuestos tienden a caerse. ¿Qué vamos a hacer ahí?

Ahorita, como lo decía el Presidente hace un par de días, el objetivo debe ser salir adelante de esta pandemia. Salvarles la vida a los colombianos y darles los recursos suficientes para que no sufran las consecuencias económicas de esta pandemia.

No tenemos fecha final de esto; nadie garantiza que el 11 de mayo la pandemia ya se haya ido. Nuestro único objetivo en estos momentos debe ser mitigar los impactos económicos y sociales de la pandemia en Colombia.

¿Sabía que a usted le dicen sus colegas en el Gobierno la ‘criatura’, por su juventud? Pero también dicen que usted es muy sobrado y antipático…

(Risas). Sabía que me decían el ‘pollo’. Pero no sabía lo de ‘criatura’, ni ‘antipático’.

Ahí le dejo el chisme… Pero antipático, no me ha parecido… Y ni por eso dejan de reconocer que usted es uno de los protagonistas que tiene el Gobierno, en esta emergencia, al frente de Planeación Nacional.

Somos muchos trabajando en esta emergencia. Gracias por la entrevista, ojalá la pandemia pase pronto y podamos tener conversaciones mucho más amenas de la economía colombiana.

MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO

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