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Descarbonización de la economía, asunto clave para sector financiero | Economía

Descarbonización de la economía, asunto clave para sector financiero | Economía

por Redacción BL
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¿En qué se relacionan la sostenibilidad ambiental y los portafolios de inversión? Muchos pensarán que estos dos conceptos son opuestos y divergentes, como “agua y aceite”. Sin embargo, los tratados a nivel global como el Acuerdo de Paris y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han llamado a crear una agenda de progreso distinto, teniendo en cuenta la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.

El sector privado tendrá un papel importante en la redefinición de los negocios y el sector financiero jugará un rol esencial en esta transición, permitiendo que fluya la financiación privada, otorgando préstamos en negocios, invirtiendo en proyectos sostenibles y asegurando que las empresas gestionen sus riesgos e impactos ambientales.

Con lo anterior en mente, el presente artículo propone algunas herramientas de análisis para la cuantificación de las emisiones y la huella de carbono en empresas pertenecientes al índice Colcap. Igualmente, buscará ser una guía y un paso inicial en la medición y cuantificación del riesgo de cambio climático para las compañías listadas en bolsa de Colombia y el entendimiento del riesgo de transición de la economía y empresas del país.

DESCARBONIZAR LA ECONOMÍA

El cambio climático se ha acelerado exigiendo acciones ágiles y contundentes para contrarrestar los efectos adversos. Por eso, comprender qué es la huella de carbono es uno de los pasos más importantes para desarrollar estrategias que permitan la descarbonización de la economía.

En términos simples, la huella de carbono (carbon footprint en ingles) puede explicarse como una medición de las emisiones de Gases de Invernadero (GHG) que genera una compañía. Para los administradores de fondos, este indicador es de gran utilidad para comprender temas como: el riesgo de transición al que están expuestos los portafolios; entender qué tipo de diversificación se requiere en el portafolio para minimizar estos riesgos y, por último, generar estrategias como filtros positivos y negativos, que consisten en incluir/excluir inversiones en sectores con baja/alta huella de o el engagement activo, trabajando en conjunto con compañías de altas emisiones a cambio de una transformación estructural que reduzca sus emisiones de carbono.

En Europa, Asia y Estados Unidos ya se ha avanzado en iniciativas y estandarización de reportes como el Task Force on Climate-related Financial Disclosures – TCFD, que voluntariamente incentiva a las empresas del sector financiero a reportar los riesgos y oportunidades de transición a una economía baja en carbono mediante la utilización de escenarios. Por otro lado, están los Principios de Inversión Responsable (PRI), Banca Responsable y el Greenhouse Gas Protocol como herramientas para reportar y medir estas emisiones. Éste último, propone un reporte estándar para registrar el nivel de emisiones que emite directamente una empresa por su operación (scope 1), cuánta energía compra para el consumo una compañía (scope 2) y el nivel de emisiones indirectas de la compañía relacionados con su actividad de operación transporte, viajes, gasto de papel, etc. (scope 3).

Con esto en mente, ¿cómo está Colombia frente al panorama?

EL COLCAP: ALTAMENTE CARBONIZADO

Entendiendo que la economía colombiana es altamente dependiente de combustibles fósiles, energía y manufactura, se realizó un estudio que presentara la huella de carbono en el índice accionario Colcap* compuesto por las 25 empresas de mayor capitalización bursátil del país.

Se encontró que un 40% de las compañías del Colcap está compuesto principalmente por empresas del sector financiero con una baja huella de carbono, mientras que un 50% hace parte a tres sectores con los mayores niveles de emisión de gases invernadero: energía, materiales y utilities (generadoras de energía). Esto significa que la mitad del mercado accionario colombiano está expuesto a los sectores de mayor riesgo de transición que se verán impactados de manera importante por las políticas tanto a nivel local como internacional, afectando la viabilidad del modelo actual de negocio, las inversiones futuras de capital y la rentabilidad de estas empresas.

Así mismo, se realizó un análisis de diversas métricas, como por ejemplo la intensidad de carbono (weighted averages tonnes/MM USD) que fue de 414 toneladas de CO2 y mide cuantas emisiones de GHG emite una compañía por cada millón de dólares de ingreso y las emisiones de carbono por cada millón de dólares invertidos en el COLCAP donde el resultado fue de 787 toneladas de CO2 por cada millón invertido en el índice, lo anterior corresponde aproximadamente a:

– 4014 vuelos Bogotá – Cartagena
– Fabricar 787 televisores o computadores
– Lo que recorren en un año 170 carros (alrededor de 4 millones de kilómetros)
– 100 millones de celulares cargados
– 236 mil resmas de papel

En comparación con índices accionarios de otros países desarrollados y de la región como Brasil, la huella de carbono del Colcap es mucho mayor tanto por las emisiones generadas por millón de dólares invertido, como por la intensidad de carbono. Esto permite considerar que el mercado accionario colombiano tiene un alto riesgo de transición y, por ende, también los portafolios de inversión de fondos de pensiones, bancos, entre otros. Por esto, es necesario tomar desde ya decisiones importantes para mitigar los impactos que puedan tener los riesgos climáticos de estos portafolios y lograr también volver más atractivo el mercado a distintos inversionistas extranjeros y locales.

Finalmente, será transcendental trabajar con la regulación, el gobierno y el sector privado en iniciativas que: 1) permitan un reporte robusto y estándar de emisiones, 2) la utilización de herramientas como análisis de escenarios por parte de las compañías; 3) desarrollar nuevas metodologías y apoyarse en las existentes para la medición a temas de riesgos físicos y de transición; y 4) que más instituciones adopten y se unan iniciativas globales como el TCFD o el PRI que les permita desarrollar estrategias alineadas a una adaptación y mitigación progresiva de estos riesgos.

*Para el estudio se tuvo en cuenta únicamente empresas que actualmente informan datos de emisiones Scope 1 y Scope 2 y se conformó un portafolio constituido con los pesos de cada compañía en el índice Colcap a junio de 2020.

Por: Carlos Arcila Barrera, CFA, CAIA
Profesor, Facultad de Administración de la Universidad de los Andes
Chief Investment Officer – Sigma Advanced Capital Management LLC
Twitter: @caarcila

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