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Autoridades militares de Seúl reportaron sonidos de artillería procedentes de la frontera con sus vecinos del Norte. Los proyectiles cayeron en aguas de Pyongyang
Esta es la segunda vez que el gobierno surcoreano denuncia la existencia de disparos procedentes de su vecino desde el bombardeo, el pasado 23 de noviembre, de la isla de Yeonpyeong, que causó la muerte de dos civiles y dos militares (ver nota relacionada).
En pleno recrudecimiento del conflicto, se reunieron el jefe del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, Han Min-koo, y su homólogo estadounidense, Mike Mullen, para discutir las formas de mejorar la cooperación en defensa entre ambos países. El gobierno de los Estados Unidos reiteró su compromiso de defensa de Corea del Sur.
Acordaron, además, continuar con las maniobras militares unidas para disuadir al régimen comunista de Pyongyang de cometer nuevos ataques y asegurarse de que, en caso de que se produzcan, se responderá "con firmeza".
Entre el 28 de noviembre y el 1º de diciembre, efectuaron ejercicios navales en el mar Amarillo con la participación del portaaviones de propulsión nuclear George Washington y otra decena de navíos de guerra. Esas acciones fueron contestadas con amenazas norcoreanas de una respuesta bélica sin precedentes (ver nota relacionada).
