El Centro de Competitividad Regional SCORE de la Universidad del Rosario, presentó recientemente los resultados de la primera versión del Índice de Competitividad Evolutiva, una herramienta que midió el desarrollo de cada departamento del país entre los años 2020 y 2023.
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A través de este índice, se busca identificar los retos y las oportunidades que tienen las región para mejorar su competitividad, basados en su trayectoria y los cambios históricos de los departamentos, causados por sus decisiones de cambio y gestión administrativa.
Este estudio pretende, además, identificar patrones de avance y retroceso en cada unidad territorial y comprender las dinámicas endógenas que influyen en el presente de las regiones analizadas.
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De acuerdo con este indicador, entre 2020 y 2023, los departamentos del país avanzaron en tecnología y comunicaciones, pero flaquearon en infraestructura de conectividad vial y garantía de servicios básicos.
Según el Índice de Competitividad Evolutiva, la ejecución de algunos proyectos que necesita la comunidad, tanto en construcción como en mejoramiento de infraestructura, ha disminuido en un 76%, situación que está afectando el desarrollo de las ciudades.
Por su parte, el Índice de Competitividad Dinámico Departamental (ICDD), también elaborado por la Universidad del Rosario, señala que Vichada fue catalogado como el departamento con mayor decrecimiento en los avances de infraestructura, al presentar una variación negativa del 20 por ciento, lo que expone una situación alarmante, ya que, según afirma el texto, para el año 2020 contaban con 2,48 puntos y para el 2023 llegó a un punto.
A este se suman otros 30 departamentos, los cuales presentaron un decrecimiento en infraestructura de servicios básicos y conectividad vial entre 2020 y 2023.
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El estudio, que examinó todos los departamentos para determinar la tendencia del sector de infraestructura en cuanto a medir la calidad y conectividad que este aporta a servicios públicos y transporte, tuvo en cuenta factores como la cobertura de acueducto, gas, alcantarillado y electricidad; el porcentaje de vías en buen estado, el costo de transporte terrestre e índices de conectividad aérea.
A Vichada le sigue Guainía, con una disminución del -10 por ciento, indicando desafíos en la calidad y conectividad de su infraestructura. Por su parte, Guaviare es el que le sigue al registrar una variación negativa del -8.66 por ciento.
Bogotá registró un decrecimiento del 4,02 por ciento respecto a la calidad y conectividad de los servicios públicos y transporte, así como la capacidad de movilidad de bienes y personas y transferencia e intercambio de productos entre los territorios.
Otros departamentos como el archipiélago de San Andrés (-7,63 por ciento), Chocó (-5,71 por ciento), Santander (-5,37 por ciento), Valle del Cauca (-4,45 por ciento), Antioquia (-2,83 por ciento) y Atlántico (-1,18 por ciento) también registraron un decrecimiento.
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Vaupés, con una variación positiva del 9,66 por ciento, fue el departamento con mayor avance de infraestructura y prestación de servicios básicos y el único con una mejora superior al uno por ciento. La segunda unidad territorial que no tuvo una variación negativa fue Amazonas, con un 0,55 por ciento.
Con un total de 108 indicadores e información a nivel departamental, el ICDD evalúa la competitividad de manera multidimensional entre los años 2020 y 2023 y reflexiona sobre las políticas públicas necesarias para el fomento del crecimiento productivo a largo plazo, la mejora de la competitividad, la eficiencia y el aumento del empleo de calidad en el país.
Para los investigadores, liderados por Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, el ICDD busca “reflejar la brecha entre las regiones en materia de competitividad (…) pero desde mirada mucho más dinámica, no solamente la foto del momento, sino mirar una brecha histórica que nos permitiera reconocer cómo han fluctuado a lo largo del tiempo esas capacidades que tenían los departamentos y cómo la han venido mejorando o deteriorando”.
Salud.
EFE
Por otra parte, de acuerdo con el Índice de Competitividad Evolutiva, el 42% de los departamentos están haciendo un gran esfuerzo por mejorar la salud de sus habitantes. Gracias a la capacitación de los profesionales de la salud y a los programas de prevención, han logrado progresar en el cumplimiento de los indicadores del servicio de salud.
Dentro de las oportunidades de mejora generales se evidencia que el 39% de los departamentos está teniendo algunos retos de competitividad debido a la incapacidad de crear nuevas tecnologías y productos a partir de sus investigaciones.
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Este Índice revela la evolución de las regiones en diversos ámbitos, desde la economía hasta la educación, y señala sus debilidades. Esto permitirá a los actuales líderes de los departamentos identificar los desafíos y las oportunidades específicas de sus regiones para mejorar su competitividad. Así podrán tomar decisiones estratégicas que contribuyan a cerrar brechas y acelerar el crecimiento en sus territorios.
En educación básica y media, el 79% de los departamentos ha logrado aumentar la cobertura y la calidad de la educación, ofreciendo más oportunidades a los niños y jóvenes.
En cuanto a la educación superior y de formación para el trabajo, el 39% de los departamentos ha mostrado un crecimiento sostenible, adaptando sus programas a las necesidades del mercado laboral. Sin embargo, en Antioquia, Risaralda y Valle del Cauca, es necesario realizar ajustes, ya que el contenido enseñado no está completamente alineado con las demandas de las empresas.
Respecto a las instituciones en general, el 67% de los departamentos ha progresado en aspectos como el manejo más eficiente de sus recursos financieros, la implementación de tecnología para simplificar procesos y la transparencia en las contrataciones.
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