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Entrevista Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros | Finanzas | Economía

por Redacción BL
Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros

Con la llegada del nuevo gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), el sector ha venido trabajando en diferentes factores para llevar adelante el principal producto de exportación no minera del país.

Germán Bahamón, timonel de los cafeteros, en conversación con Portafolio explicó los planes que tiene como cabeza del gremio, y del marcado interés en estrechar los lazos con el gobierno de Gustavo Petro.

(Gobierno deja plantados a los cafeteros).

¿Cómo va en la gestión como nuevo gerente?

Soy el único de los gerentes de la Federación que no viene desde adentro. Soy caficultor, entonces entiendo la caficultura, pero me toca entrar a profundizar en temas de varias empresas, como Almacafé, Procafecol, en todo.

Vengo del mundo corporativo, creo que las dos cosas más importantes que puede tener la gerencia en este momento es eso: una experiencia que nos permita evidenciar las oportunidades que tiene el café como producto nacional en los mercados internacionales y, por otro lado, entender al productor.

Queremos una organización gremial menos centralizada, más cercana a las regiones, que vea de cerca cuáles son las necesidades, sin que perder de vista que el café es netamente exportable. Si bien nuestro negocio está del puerto para afuera, el componente social de las 548.000 familias que represento está del puerto para adentro.

Esto me ha permitido identificar esas necesidades que me invitan siempre a pensar que la única forma es el relacionamiento armónico con el Gobierno, y eso hace necesariamente que el producto del primer renglón agrícola del país sea interesante para cualquier Gobierno.

¿Preocupa la mayor importación y la caída del consumo nacional?

A los colombianos nos enseñaron desde la cuna a tomar café de las menores calidades posibles, por lo que en los últimos dos o tres años las importaciones crecieron en volumen.

(Cómo le fue a Colombia en el mercado internacional el primer semestre).

Eso se dio porque el café tuvo unos precios altos, que generó subidas en la cotización de la bolsa, lo que hizo que la carga aumentara y para el mismo café colombiano no podíamos subir tres veces el valor. Por eso se tenía que importar café de otras calidades para satisfacer el consumo interno. Actualmente, el precio en bolsa de Nueva York ha venido mostrando una caída por lo que ya no hay necesidad de importar.

¿Cómo va a afectarnos que Brasil se recupere?

Estamos muy preocupados. Lo que está ocurriendo en este momento es que la descolgada del precio, después de que los commodities se empiecen a regular, hace que el nuestro interno también caiga.

Estos son cultivos cíclicos y se está recibiendo la cosecha de hace dos años con costos altos, esto está generando un problema y es que no tenemos rentabilidad en la caficultura. Y es el primer renglón agrícola del país, el 1% del PIB total de Colombia. Por eso nuestra interlocución con el Gobierno tiene que ser efectiva. Hay una responsabilidad gubernamental de proteger a 548.000 familias, 2,5 millones de empleos y obviamente $14 billones del negocio en la cosecha.

El miércoles tenían cita con el Gobierno, ¿qué pasó que no se llevó a cabo?

Hemos tenido contactos efectivos con diferentes carteras. Trabajamos en la identificación de las oportunidades que tiene la Federación en la construcción de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo.

(Exportación a Cuba de insumos de obra gana terreno).

Por ejemplo, en el objetivo de formalización de tierras y de un país de propietarios rurales, nosotros podemos acompañarlos en el tema de titulación de predios, tenemos identificadas las 548.000 familias y georreferenciadas y sabemos que el 45% de nuestros caficultores no tienen un título de propiedad.

No tuvimos la oportunidad de tener la reunión pero ellos con una carta muy amable nos pidieron posponerla, identificando los objetivos claros que tenemos que perseguir en conjunto. Nos piden que el 2 de agosto hagamos el Comité del Fondo de Estabilización de Precios del Café y que el 16 hagamos la del Comité Nacional.

Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.

César Melgarejo / CEET

¿Cuáles son los retos que ha identificado para los caficultores?

Lo más importante para el caficultor son las vías terciarias y el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de vivienda y hoy sabemos que el 65% de los caficultores todavía tienen una cocina en donde usan leña. Allá no hay gas.

(‘El mercado europeo demanda flor de cannabis’: GreenLab).

En la bonanza cafetera se hablaba de que los caficultores tenían que ahorrar, ¿esto se hizo?

Tenemos una preocupación muy alta y es que los precios están muy cercanos a los costos en muchas regiones; inclusive en algunas podría estar el precio ya por debajo del costo.

Entiendo que uno pueda mirar para atrás y decir que ojalá hubieran ahorrado. Y estoy convencido de que muchos de los caficultores colombianos lo que hicieron fue ponerse al día.

Estoy seguro que todos los que venían con un rezago de deudas se pudieron poner al día, tuvieron la posibilidad de mejorar sus condiciones, de tener una educación, de pronto mejorar su vivienda o por qué no tener un automotor. Pero eso no quiere decir que uno le pueda decir a un cafetero, que tiene 1,5 hectáreas, que si ahorró en dos años para poder vivir cinco.

Creo que los cafeteros fueron responsables, pagaron sus deudas, se pusieron al día, mejoraron las condiciones de su familia, incluso cultivaron más café. La invitación que siempre hemos hecho al Gobierno es que nos acompañen en esa política para proteger.

(América Latina deberá trabajar en reactivación para alianzas con la UE).

¿Qué medidas se están necesitando?

Tenemos una ley que creó el Congreso y con la cual se llevo a cabo el Fondo de Estabilización de precios del Café. Los cafeteros hemos ahorrado, de los seis centavos de dólar de la contribución cafetera, 0,5 centavos de dólar. Ahí hay $300.000 millones. Pero eso no nos sirve para poder mitigar el impacto. Lo que queremos es que el Gobierno nos acompañe, que nosotros pongamos un peso y ellos pongan otro. Esto sería un alivio para la caficultura, para que podamos estabilizar los precios y no haya pérdidas para el caficultor.

¿Cómo están protegiendo los contratos?

Lo más importante acá es que la Federación no pone el precio. Este se compone de tres variables: la tasa de cambio, la cotización de la libra en la bolsa de Nueva York y el diferencial de precio del café colombiano con respecto a la cotización del café tipo C.

La Federación se encarga de los bienes públicos, por ejemplo, con Cenicafé que ha investigado 82% de variables resistentes a la roya y con esto le hemos ahorrado a los caficultores más de US$230 millones. El segundo bien público es la transferencia de conocimiento que se hace con los fondos de los cafeteros.

(Costo de fletes, dificultad para exportadores de zonas francas).

El tercero es la garantía de compra. Yo no he visto el primer cafetero sentado en la plaza central de un pueblo con un bulto de café pergamino seco sin vender. Siempre se le va a comprar, es el único gremio que tiene garantía de compra y lo ejercemos a través del sistema cooperativo colombiano. Y el cuarto es la promoción de la marca Café de Colombia, es la que representa a los colombianos, ni siquiera a los cafeteros.

¿Qué hacer con el proceso de mejora de calidad?

Los malquerientes de la Federación han venido vendiendo una idea mentirosa de que el café de Colombia ha bajado su calidad y que por eso el diferencial de precio ha bajado. Eso es mentira. Los 20 centavos de dólar que es lo que tenemos hoy de precio diferente con respecto a la bolsa de Nueva York es lo que ha mantenido la caficultura colombiana a través de la historia.

El foco que yo le he pedido a todas sus empresas, llámese Juan Valdez, Buen Café o Federación, es que tenemos que poner los ojos en China. Hoy, de las exportaciones de la Federación, solo el 2% se van al gigante asiático y el 50% van en Estados Unidos y Canadá.

Tenemos que seguir creando narrativas a partir de mercadotecnia para ayudarles a ellos a que tengan un producto con atributos especiales. El objetivo número uno de mi gerencia en la Federación es hacer que Juan Valdez sea de verdad una marca internacional.

(Unilever amplía su capacidad de operación con nueva ‘megaplanta’).

¿Cómo va la renovación?

Hace 15 años nuestra caficultura tenía lo que llamamos edad de cafetal promedio de alrededor de 11 años. Eso estaba muy alto, el ideal, nos decían, era antes de 5 años. Hoy tenemos 6,32 años, no estamos mal pero tampoco bien. La verdad lo mejor sería 2,5 años o tres años en promedio.

Lo que sí estamos haciendo activamente es reforzando el tema de la necesidad de renovar al menos el 10% del cafetal anual; el ideal es 20%. Buscamos que el Gobierno nos acompañe, no solo en la estabilización de precios, sino en un plan de incentivo a la capitalización rural, el ICR, para que hagamos nosotros un plan importante de renovación.

¿Cuánto requerirían de aporte del Gobierno?

Una renovación cuesta $70.000 millones, es decir el 10% del parque cafetero. Nuestra meta de renovación este año son 84.000 hectáreas y vamos en buen camino. En el primer semestre terminamos cerca de las 40.000. La renovación la hemos hecho con recursos propios.

¿El precio de fertilizantes, ya menguó un poco?

Los insumos como la urea cayeron de manera más acelerada que la corrección que se ha vivido en el precio de la cotización de Nueva York. Hoy encontramos en el mercado un bulto de urea a $100.000 pesos. Hace un año estaban $240.000. La fertilización es el 25% de los costos, pero hay un 40% que es la mano de obra de recolección y ahí tenemos que trabajar también con el Gobierno.

(Colombia y Japón buscan fortalecer su relación económica).

¿Les afectará la laboral?

Los que somos miembros de la SAC estamos trabajando en darle insumos al Gobierno para que entienda las realidades del campo sin que una reforma, que debe ser social, afecte la producción agrícola.

¿Y la baja en el dólar?

Para el precio del café, que baje el dólar como ha bajado, más del 16% desde el primero de enero, afecta definitivamente el ingreso, pero también mejora en el tema del 25% del costo. Sin embargo, el precio sí es del 100%. La clave es la mano de obra.

(Textiles, medicinas y petroquímica, claves para reindustrialización).

¿Qué medidas están tomando para el fenómeno de El Niño?

Hoy tenemos en el parque cafetero variantes que son resistentes a los cambios climáticos. Sabemos que viene un fenómeno de El Niño, en los primeros meses va a ser benéfico para la caficultura, porque las plantas se expresan de acuerdo a la luminosidad para hacer su proceso de fotosíntesis y entregar un fruto, entonces va a favorecer el tema de la floración, de la carga y de la productividad. El problema de un Niño muy largo o fuerte es que la sequía empieza a afectar la planta y se genera la broca. Esta plaga encuentra las mejores condiciones y su caldo de cultivo está en la sequía, en el sol, y eso lo que sí puede es generar es que haya más pasilla.

Es por esto que nuestro objetivo de producción en el año cafetero debería ser mantenernos muy cercanos a lo que hicimos el año pasado, es decir 11,2 millones de sacos de café.

Esperamos que la caída por las afectaciones de La Niña no sean muy pronunciadas. Ojalá nos podamos mantener en ese nivel.

DIANA K. RODRÍGUEZ T.
Periodista de Portafolio

ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Editor de Portafolio

Fuente de la Noticia

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