Redacción BL
Tras conocerse su propuesta de explorar un pacto político para hacer modificaciones “a futuro” al acuerdo de La Habana, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo recibió críticas desde varios sectores. Incluso el expresidente Juan Manuel Santos, en entrevista publicada en EL TIEMPO, expresó que “modificar el acuerdo unilateralmente es perfidia”.
En diálogo con EL TIEMPO, Holmes Trujillo aclaró que “no he propuesto modificar unilateralmente el acuerdo”, pero sí habló de que las modificaciones con consensos hacia futuro “son una fuente de estabilidad del acuerdo”, pues “fue insensato impedir el gran acuerdo nacional para la paz después del plebiscito”.
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Usted habló de un pacto político para reformar la implementación del acuerdo de paz. ¿En qué consiste esa propuesta?
En lo que respecta a la implementación de los acuerdos, el norte es la voz del presidente Iván Duque. En lo que tiene que ver conmigo, no hice ninguna propuesta de modificar unilateralmente los acuerdos.
Lo que hice en el Senado fue recordar que Irlanda del Norte, en abril de 1998, selló un gran acuerdo de paz y que, a partir de ese acuerdo, se han venido dando consensos de la sociedad sobre aspectos prácticos que ayudan a que todos se acerquen. Y recordé también que después del plebiscito el Centro Democrático propuso un gran acuerdo nacional para la paz, que precisamente buscaba la estabilidad de la misma mediante consensos y vías institucionales.
Estamos de acuerdo en tener a las víctimas en el centro de la implementación, estamos de acuerdo con apoyar a los excombatientes que están consagrados a la legalidad, en apoyar a las familias que quieren sustituir la coca y en cambiar las condiciones para las zonas agrarias del país. La sociedad evoluciona todos los días y, en ese sentido, mi reflexión en la plenaria del Senado fue tener conciencia de esa evolución para la implementación.
El 26 de noviembre de 2016 se firmó el acuerdo definitivo de paz, en el teatro Colón de Bogotá.
Carlos Ortega / EL TIEMPO
Pero usted habló de un pacto político…
Sí, y lo mantengo. Debemos obrar sobre la base de que todos queremos la paz y que tengamos el pragmatismo y el realismo necesarios para entender que las modificaciones o consensos hacia adelante son una fuente de estabilidad de los acuerdos, no la razón de ser de su destrucción. Lo dije como uno de los voceros de mi partido, que fui, después del plebiscito, y así mismo lo recordé en la plenaria del Senado.
Es decir, hacer cambios a la implementación…
Permítame decirle que creo, con gran convicción, que hay que superar para bien del país la dañina, perjudicial e inexistente división artificial entre amigos y enemigos de la paz. Qué de malo tiene recordar que los Irlandeses acordaron un acuerdo madre y que en adelante han hecho modificaciones mediante acuerdos de implementación para darle estabilidad.
El expresidente Santos dijo que es insensato proponer cambios unilaterales al acuerdo. ¿Qué opina?
Yo no estoy proponiendo cambios unilaterales al acuerdo. Lo insensato, quizás, fue impedir el gran acuerdo nacional para la paz después del plebiscito.
Los irlandeses entendieron, y esta es una gran lección académica, que eso de los textos pétreos carece de realismo, está afectado por la soberbia de creer que es posible prever todos los acontecimientos del futuro y en lugar de abrir puertas a los consensos necesarios las cierra.
Qué de malo tiene recordar que los Irlandeses acordaron un acuerdo madre y que en adelante han hecho modificaciones mediante acuerdos de implementación para darle estabilidad
¿Por qué reabrir esa discusión cuando el país está concentrado en el covid-19?
También, a propósito de toda esta emergencia, hemos identificado las poblaciones vulnerables de la implementación y hemos adoptado, en conjunto con varias entidades del Gobierno Nacional, medidas de protección para cada una de estas poblaciones: víctimas, excombatientes, familias que hacen parte de los programas de sustitución y población de los municipios más afectados por la violencia.
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Pero se han denunciado incumplimientos del Gobierno…
El Gobierno ha cumplido y está cumpliendo. Se nota en el apoyo a las víctimas, el soporte a los excombatientes que dan su paso a la legalidad, en la estabilización de los 170 municipios más afectados por la violencia y la pobreza y en el desarrollo rural integral. Todos los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU reconocieron el empeño del presidente Duque por cumplir los compromisos y su voluntad de que no haya una desaceleración del proceso.
¿Qué se está haciendo para proteger a los excombatientes de las Farc que sí han cumplido?
El gobierno del presidente Duque tiene toda la decisión de proteger a los excombatientes en proceso de reincorporación. Es, por ejemplo, uno de los temas que siempre se tratan en el Consejo de Ministros, donde da instrucciones y pide resultados.
Desde la Fuerza Pública hay un compromiso total en avanzar en la seguridad de las zonas donde los factores de inestabilidad no solo ponen en riesgo la vida de los exintegrantes de las Farc, sino también de los líderes sociales y la población en general.
En cuanto a la protección individual, de la mano de la Unidad Nacional de Protección se han implementado, a 31 de marzo de 2020, 248 esquemas de protección que cubren a 348 excombatientes, ordenados por la Mesa Técnica de Seguridad y Protección (MTSP).
Exploradores en Zona Veredal Transitoria y de Normalización, en La Plancha.
Jaiver Nieto. EL TIEMPO
¿La propuesta de modificar los acuerdos será para hacerlos ‘trizas’?
El presidente Iván Duque está cumpliendo con los compromisos de la implementación del acuerdo. Lo dicen las Naciones Unidas. Su proyecto de Paz con Legalidad es una de las prioridades de su gobierno, lo otro es leyenda.
¿Va a haber más miembros del Ejército llamados a calificar servicios por cuenta de los errores de la inteligencia?
Estamos tomando las medidas que tenemos que tomar. Y tomaremos las demás que sean necesarias. Lo que está en marcha es una gran ‘operación verdad’, que consiste en que haya verdad penal, de acuerdo con las decisiones de la Fiscalía General de la Nación y la Corte Suprema de Justicia, sancionando a los responsables individuales, si los hay; verdad disciplinaria, con las decisiones de la Procuraduría, y verdad fiscal, con las determinaciones que también tome la Contraloría General de la República.
Lo que el país necesita es que haya una verdad institucional, que será el resultado de las investigaciones de los organismos competentes. Todos queremos esa verdad.
El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Militares están tomando medidas administrativas, que no pueden entenderse como condenas.
Pero en lo que no puede haber duda es en la necesidad de que el país respalde a sus Fuerzas Armadas. El apoyo a nuestra Fuerza Pública tiene que estar por encima de cualquier consideración, ellas representan la estabilidad de la patria.
¿Habrá que reformar los órganos de inteligencia?
La inteligencia y contrainteligencia de nuestras Fuerzas Armadas son un activo estratégico de la nación. Gracias a la labor abnegada de sus miembros, durante décadas, hemos podido preservar nuestra soberanía. Colombia les debe a estos cuerpos de inteligencia los más duros golpes contra los enemigos de la patria que han querido socavar sus cimientos. Me atrevo a decir que sin su trabajo Colombia sería hoy una nación acorralada.
Desde que llegué al Ministerio de Defensa, por instrucciones del presidente Duque, iniciamos una auditoría rigurosa de la labor del aparato de inteligencia y contrainteligencia de los últimos 10 años y hemos tomado muchas decisiones que tienen que ver con controles y protocolos de estas actividades.
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