Redacción BLEl ritmo del proceso de reactivación económica emprendido por el país nos ha sorprendido. No solamente supera lo previsto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2021, sino que sobresale en un contexto atípico para la economía colombiana y mundial, impulsado por los graves efectos de la pandemia de covid-19.
Las cifras son más que alentadoras. Recientemente, conocimos los resultados del Indicador Mensual de Seguimiento a la Economía del Dane, según el cual en julio pasado la economía creció 14,3%, porcentaje igual al observado en junio y consistente con lo que hemos venido observando en los indicadores líderes sectoriales.
Pero no sólo este dato nos demuestra que vamos en el sentido correcto. En los últimos meses hemos visto como, en efecto, la evolución de los indicadores líderes ha evidenciado que la mayor parte de los sectores económicos, especialmente la industria manufacturera y el comercio, ha recobrado niveles de actividad previos a la pandemia.
Es así como estos dos sectores, que tienen una participación conjunta del 27% en la economía colombiana, son los renglones que mejor se han desempeñado en los últimos meses.
En agosto pasado, por ejemplo, el índice de confianza industrial alcanzó dos meses seguidos los niveles más altos desde 2006. En tanto, el índice de producción real de la industria manufacturera creció 20,1% en julio pasado y 37 de las 39 actividades mostraron un crecimiento anual positivo. En este orden de ideas, nos encontramos un 10,1% por encima de los niveles de producción que veíamos en este sector antes de la crisis sanitaria.
Algo parecido pasa en los indicadores de comercio. En agosto de 2021 el índice de confianza comercial alcanzó el máximo en los 41 años de historia de este indicador. Finalmente, en julio de 2021 las ventas reales aumentaron 26,9%, con respecto al mismo mes de 2020, ubicándose un 11,4% por encima del registro observado en julio de 2019.
Estos resultados han sido jalonados, a su vez, por medidas como el Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF), el Ingreso Solidario y la extensión y ampliación de programas sociales, entre otras, que disminuyeron los impactos de las disposiciones sanitarias puestas en marcha para contener la propagación del virus, el menor crecimiento mundial y la caída de los precios de los commodities. Además, sentaron las bases para una recuperación económica sólida en el corto plazo.
Es clave señalar que, para fortalecer esa reactivación económica en un contexto de consolidación fiscal, propusimos un paquete de medidas, con el fin de liderar la política económica de un país con fuertes señales de recuperación, pero con un gran desafío: lograr mayores consensos que permitieran la aprobación de dichas políticas.
Es así como estamos seguros de que con la Ley de Inversión Social, sancionada por el Presidente de la República, Iván Duque, se afianzará el crecimiento económico, recuperaremos el terreno perdido en materia social en el corto plazo, y se consolidarán las finanzas públicas en el mediano plazo.
Y es que esta Ley estableció un paquete importante de medidas orientadas a fomentar la recuperación de las empresas, el empleo y a fortalecer la capacidad adquisitiva de las familias, especialmente las más vulnerables.
Se trata de una reforma que logra un ajuste gradual, progresivo y ordenado de las finanzas públicas. Una reforma que reduce el déficit fiscal, genera superávit fiscal primario y disminuye y estabiliza la deuda pública cerca de un 60%.
Precisamente, en materia de deuda pública, quiero resaltar que el país ha alcanzado un gran avance en este sentido, gracias a que, a pesar de un contexto de alta volatilidad y desafíos, logró extender la duración promedio de su deuda. Así, en los últimos dos años logramos extender el plazo promedio de esta de 8 a 10 años.
Pero, al mismo tiempo de que se pudo alargar el perfil de la deuda pública, hicimos una reducción en la tasa de interés cupón promedio de esa deuda. Es así como 24 meses atrás ese cupón estaba por el orden del 6,6% y a principios de este año descendió a 5,5%.
En medio de todas estas noticias positivas, no puedo dejar de lado el comportamiento que ha tenido el mercado laboral, que ha registrado una dinámica favorable, con la recuperación de cerca del 80% de los empleos perdidos. La prioridad a este respecto es recuperar lo antes posible los puestos de trabajo restantes.
Para esto, se contempló en la Ley de Inversión Social la ampliación del PAEF, así como otras medidas que incentivan la contratación de los grupos más afectados por la pandemia, entre esos jóvenes y mujeres, y estamos seguros de que los mejores resultados de actividad económica, sumados a los incentivos implementados para evitar la destrucción de empleo y para promover la creación de nuevos puestos de trabajo, llevarán a un aumento en la demanda laboral.
Por todo lo anterior, esperamos que la economía colombiana continúe en esta senda de reactivación que paso a paso va por muy buen camino y que nos permite vislumbrar un escenario macroeconómico, al finalizar el año, mucho más favorable al que se esperaba.
José Manuel Restrepo Abondano
Ministro de Hacienda y Crédito Público
