La novela alrededor de la reforma a la salud estrenó otro capítulo. A pesar de las conversaciones de las últimas semanas entre el gobierno de Gustavo Petro y los partidos ‘la U’ y Conservador (que hacen parte de la coalición de gobierno), el proyecto de ley podría perder los apoyos mínimos requeridos para su trámite ante el Congreso de la República.
(Vea: Reforma a la salud entra nuevamente en ‘cuidados intensivos’).
El debate que se tenía previsto para hoy jueves se reprogramó para la próxima semana porque el Partido Conservador y ‘la U’ presentaron 133 proposiciones, y se decidió junto al Gobierno que estas peticiones fueran estudiadas antes de entrar a debatir.
Pero la ministra de Salud, Carolina Corcho, no dio su brazo a torcer en varias en de las solicitudes que presentaron los congresistas, y estos, en respuesta, advirtieron la posibilidad de retirar su apoyo al proyecto.
El presidente del Partido Conservador, el senador Efraín Cepeda, confirmó que el ministerio de Salud envió sus comentarios sobre las 133 proposiciones, los cuales fueron estudiados por los equipos técnicos del partido.
(Vea: Reforma a la salud: posiciones a favor y en contra de gremios de EPS).
“Nos reunimos los presidentes de los tres partidos, Conservador, Liberal y de ‘la U’, y el balance es el siguiente: del total de las proposiciones, solo acogen el 27%, rechazan el 73%; y de las prioritarias, que son el modelo mixto, la libre escogencia… Acogen solo 19 de 95, menos del 20%”, indicó Cepeda.
El líder de los conservadores fue enfático en que “si esas condiciones persisten el martes, el Partido Conservador votará negativo el proyecto de ponencia”.
(Vea: Por qué calcular costo fiscal de reformas es un ‘hueso duro de roer’).
Entre los puntos de quiebre entre la cartera que dirige Corcho y los partidos está la claridad de un sistema de salud mixto, una de las peticiones que han hecho los partidos. Incluso, el ministro del Interior, Alfonso Prada, ha dicho que este es un punto que se va a acordar en el primer debate.
También están las funciones de las gestoras de salud, que en el articulado de la ponencia siguen sin tener claridad. Los partidos consideran que la gestión del riesgo individual en salud debe ser asumida por las gestoras (nombre con el que pasarán a llamarse las EPS de aprobarse la reforma).
El riesgo financiero es otro de los puntos de desacuerdo. Los congresistas han defendido que este sea asumido por las instituciones del sistema de salud. Y según ha dicho el Mininterior, el riesgo financiero será asumido por el Estado y las gestoras, en la apuesta por un sistema de salud mixto.
(Vea: ‘Las EPS quedarían condenadas a desaparecer en menos de dos años’).
Este es otro de los puntos claves que también debe definirse en el primer debate.
Los recursos son otra manzana de la discordia. Tanto ‘la U’ como los conservadores han criticado la “burocratización” que traería para el sistema la creación de fondos regionales, y por ello una de las proposiciones busca que se eliminen.
El proyecto ha visto varios traspíes en su trámite legislativo, como la pérdida de apoyo de los liberales, que radicarán su proyecto de reforma al sistema de salud en el segundo semestre.
Con todo esto, se tenía previsto que el debate iniciara esta semana, pero en la tarde del miércoles el presidente de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, Agmeth Escaf, anunció que el primer debate del proyecto se realizaría la próxima semana.
(Vea: ¿Quién asumirá la gestión del riesgo financiero y de salud?).
“La Comisión VII decidió no abrir el debate este jueves de la reforma de la salud con el objetivo de darles las garantías a los partidos y a los ponentes para que el nuevo articulado que ha sido presentado pueda ser trabajado de manera tranquila, para poder allanar bien los espacios y darles las garantías a todos los sectores de participación”, comentó Agmeth Escaf.
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