La banca latinoamericana reportó depósitos totales por US$2,51 billones al cierre de 2023, cifra 13,6% superior a la reportada un año atrás (equivalente a US$300.000 millones) y 40% superior a la reportada en 2019 (US$714.600 millones), de acuerdo con la Federación Latinoamericana de Bancos, Felaban.
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Brasil ocupó el primer lugar con depósitos por $1,08 billones, seguido por México con US$462.672 millones, Chile con US$220.226 millones y Colombia con US$166.167 millones.
A continuación se ubicó Panamá con $92.249 millones, Perú con US$90.345 millones, República Dominicana con US$90.345 millones y Argentina con US$75.864 millones.
En esta ocasión, 79% de dicho saldo de depósitos al cierre del año 2023 es explicado por cinco países: Brasil, México, Chile, Colombia y Panamá, país que avanza notoriamente en este frente. De hecho, Honduras, Guatemala, Panamá y Bolivia reportan un crecimiento de triple dígito con respecto a los depósitos totales registrados una década atrás (158%, 149%, 135% y 101%, respectivamente), mientras que los demás países reportan una variación promedio de 49% en el mismo lapso, dijo el informe de Felaban.
Con respecto a colocación de crédito, el saldo de la cartera vigente reportada por los bancos latinoamericanos ascendió a US$2,5 billones al cierre de 2023, cifra 13,5% superior a la reportada un año atrás (una variación absoluta de US$297.758 millones) y 30% superior a la reportada en 2019, equivalente a un aumento cercano a los US$580.406 millones, de acuerdo con el informe.
Brasil, con US$1,19 billones se colocó en el primer lugar, seguido por México con US$402.143 millones, Chile con US$278.365 millones y Colombia con US$160.040 millones.
En esta ocasión, cinco países explican el 85,3% del saldo de cartera bancaria latinoamericana: Brasil, México, Chile, Colombia y Perú. En términos individuales, México y Panamá aumentaron su participación
relativa en el saldo de cartera total: en el caso mexicano, un 4.7% (pasando de 11.4% en 2013 a 16.1% en 2023) y, en el caso panameño, de 1.4% (de 1.8% en 2013 a 3.2% en 2023), mientras que Brasil reportó
una disminución de casi 9% en su participación relativa en el total de cartera (de 56.8% en 2013 a 47.9% en 2023).
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Con relación al indicador Depósitos/PIB, Brasil, Ecuador y Panamá reportaron variaciones superiores a 1.000 puntos básicos en este indicador en el último lustro mientras que, en el corto plazo, 8 países (Bolivia, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Perú y Uruguay) reportaron una ligera disminución entre 2022 y 2023 – que en todos los casos fueron en promedio inferiores a 3%. Por otra parte, los sectores bancarios de Ecuador y Panamá reportaron los mayores incrementos en la proporción Crédito/PIB en los últimos diez años (1.000 puntos básicos y 1.300 puntos básicos, respectivamente) mientras que, en el último año, ocho países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá y Perú) reportaron una disminución promedio interanual de 2% en este indicador.
El saldo de depósitos bancarios por habitante en América Latina alcanzó US$4.231 al cierre de 2023, mientras que el saldo de crédito per cápita fue de US$4.217 en el mismo período. Ambos indicadores
reportaron variaciones interanuales de doble dígito en 2023 (18% en ambos casos), y completan una sostenida tendencia al alza desde la prepandemia.
Al desagregar estas cifras por países, Panamá resalta por sus niveles de depósitos y de cartera ajustados por tamaño poblacional que casi cuadruplican el promedio latinoamericano – que fueron de US$5.537 y
US$4.900, respectivamente, al cierre de 2023. Con excepción de Argentina (por razones cambiarias), todos los países reportaron variaciones positivas en este indicador en la última década que promediaron 63% mientras que, en el caso del indicador Crédito per cápita, dicha variación entre 2013 y 2023 promedió 65%.
En Colombia la cifra fue de US$3.241, dijo Felaban en su informe.
Por su parte, la cantidad de personal empleado por el sector bancario promedió 340 colaboradores por cada 100.000 habitantes adultos en América Latina al cierre de 2023, un indicador que se mantuvo estable con relación al registro del año anterior y que, al mismo tiempo, consolida una tendencia estable en los últimos años, luego de la marcada tendencia bajista observada desde el año 2015 (y aún a pesar de la ausencia de información por parte de Brasil desde el año 2018).
Colombia registró una cifra de 355 empleados bancarios por cada 100.000 habitantes, menciona Felaban en el informe.
La banca latinoamericana reportó la existencia y operación de 66.448 sucursales bancarias al cierre de 2023, cifra levemente superior a la reportada un año atrás (1.2% superior, equivalente a 756 sucursales bancarias adicionales). A lo largo de la última década, parece haberse consolidado una tendencia relativamente estable en este indicador, y sugiere que una expansión en este canal de atención luce cada vez menos probable en el futuro cercano.
Según Felaban, Colombia tenía 5.652 sucursales bancarias en 2018 y pasó a 4.978 oficinas en 2023.
Por otra parte, la cantidad de ATMs (Automated Teller Machines, o máquinas dispensadoras de efectivo) se mantuvo técnicamente estable en el último año, pues se reportó la entrada en operación de solamente 646 ATMs a nivel regional (equivalente a una variación de 0.2%).
Colombia tenía 16.192 los cajeros automáticos en 2018 y 16.008 en 2023, dijo Felaban.
Felaban dijo que el viaje por una inclusión financiera efectiva tiene un largo recorrido, en especial para países emergentes. Países con ingreso medio, con sistemas financieros en estados de desarrollo medio, con baja profundidad financiera y con un desarrollo institucional que aún debe avanzar profundamente para generar estabilidad económica.
Dentro del estudio de la inclusión financiera, son muchos los trabajos que hablan de los obstáculos que enfrenta el proceso de ampliar la cobertura de los servicios financieros para más grupos de la población.
Desde factores económicos estructurales como la pobreza y la informalidad, hasta factores idiosincráticos, culturales y religiosos han sido documentado por expertos, académicos y entidades multilaterales.
Felaban dice que es necesaria más educación financiera para el público, para evitar fenómenos de sobreendeudamiento o gasto excesivo. El segundo tiene que ver con las líneas de acción y prevención para los temas que tienen que ver el fraude.
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