El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha desatado una ola de violencia en varias regiones del país, generando zozobra entre la población civil y obligando a las autoridades a reforzar la seguridad en zonas críticas. Los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Norte de Santander son los más afectados por esta escalada de acciones armadas.
En el municipio de Florida, Valle del Cauca, tropas del Ejército Nacional retiraron grafitis del ELN pintados en viviendas del sector rural de El Llanito. La aparición de estos mensajes generó pánico entre los habitantes, quienes exigieron mayor presencia militar ante el temor de ataques inminentes.
En el suroccidente del país, el ELN ejecutó acciones violentas, incluyendo la quema de tres camiones en la vía entre Buenaventura y Lobo Guerrero. Los conductores fueron obligados a abandonar sus vehículos antes de que estos fueran incendiados. Además, se reportó un cilindro sospechoso en la zona, lo que aumentó los temores de un posible atentado explosivo.
En el sector de Pescador, sobre la Panamericana, el grupo armado instaló un retén ilegal que derivó en un enfrentamiento con el Ejército. Las tropas lograron repeler el ataque y restablecer el tránsito vehicular.
En el oriente del país, la situación no es menos preocupante. En Cúcuta y sus alrededores, las autoridades activaron alertas máximas tras la aparición de banderas y pinturas del ELN en zonas como Buena Esperanza y El Carmen. El departamento, con al menos diez frentes activos del grupo, realizó un consejo de seguridad extraordinario para prevenir atentados.
El Gobierno nacional reiteró que no tolerará ataques contra la población civil, pese a los diálogos de paz en curso. Las Fuerzas Militares mantienen operativos en las zonas más críticas para contener la amenaza.
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