En una decisión sin precedentes, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Transporte y el Invías, confirmó que el 100% de los recursos recaudados en los peajes de Toro y Riofrío se destinarán exclusivamente a la rehabilitación y mantenimiento de la red vial del Valle del Cauca. Este anuncio, celebrado por las comunidades locales, pone fin a décadas de descontento, donde los recursos de peajes parecían evaporarse sin mejoras tangibles en la región.
Durante años, los habitantes del Valle del Cauca exigieron que los dineros recaudados en sus peajes se reinvirtieran en sus carreteras. Ahora, ese reclamo se hace realidad: los fondos financiarán, en primer lugar, la rehabilitación de la vía Panorama, un corredor estratégico que conecta el Eje Cafetero con el puerto de Buenaventura, vital para el transporte de carga y la economía regional.
Además, el Gobierno destinó $20.000 millones adicionales para intervenir el tramo Ansermanuevo – Mediacanoa, una ruta clave para la movilidad en el norte del departamento. Estas obras no solo mejorarán la seguridad vial, sino que impulsarán el desarrollo agrícola, turístico y comercial de municipios como La Unión, Toro, Yotoco y Bolívar.
La medida ha sido recibida con júbilo por los vallecaucanos, quienes ven en ella un acto de justicia territorial. Yesica Montoya, habitante de La Unión, resume el sentir de muchos: “Por fin escucharon nuestro reclamo. Estábamos cansados de pagar peajes cada vez más caros sin ver mejoras”.
Este modelo de retención local de recursos podría sentar un precedente para otras regiones del país, donde la centralización de los ingresos por peajes ha generado desigualdades en el desarrollo vial. Gremios empresariales y líderes políticos ya lo ven como un ejemplo de descentralización efectiva y uso transparente de los dineros públicos.
La inversión no solo mejorará las condiciones de las vías, sino que fortalecerá proyectos estratégicos como la plataforma logística del Eje Cafetero en La Virginia y la conexión con la concesión Pacífico III, impulsando la competitividad del suroccidente colombiano.
Para la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, esta decisión representa “una transformación en la relación del Estado con los territorios: los recursos que antes se iban, ahora se quedan para generar progreso local”.
Con esta medida, el Valle del Cauca no solo gana carreteras en mejor estado, sino también mayor autonomía en la gestión de su infraestructura. Es un avance hacia un modelo donde el dinero de los ciudadanos se invierte directamente en su bienestar, cerrando brechas históricas y construyendo un futuro con movilidad segura, desarrollo económico y equidad regional.