La ciudad portuaria conmemoró con desfiles, música y tradición el aniversario de la abolición de la esclavitud en un evento que resaltó la resistencia y el orgullo étnico.
Buenaventura se vistió de fiesta este 1° de junio de 2025 para conmemorar los 174 años de la abolición de la esclavitud en Colombia. El evento, cargado de simbolismo y alegría comunitaria, reunió a estudiantes, docentes, artistas y líderes sociales en un colorido desfile que partió de la Institución Educativa Francisco José de Caldas y culminó en la Plazoleta del CAD, donde resonaron las marimbas, las chirimías y los cantos ancestrales.
Yurledis González Hurtado, coordinadora del evento, enfatizó la importancia de mantener viva la memoria:
“Hablar de abolición es honrar el legado de lucha que nos dejaron nuestros ancestros. Hoy reafirmamos que nuestra identidad cultural no se negocia”.
El acto central contó con el respaldo de la alcaldesa Ligia del Carmen Córdoba Martínez, la Dirección Técnica de Cultura y la Secretaría de Etnoeducación, quienes destacaron el evento como un ejercicio pedagógico y de reivindicación histórica.
Entre las presentaciones más emotivas estuvo la comparsa ganadora del Instituto Niño Jesús de Praga (Bajo Calima), que representó a “la yerbatera del Pacífico”, figura tradicional de la medicina ancestral.
“Es nuestra primera participación y ganar nos llena de orgullo. Los niños encarnaron con amor cada personaje”, expresaron los docentes Julio Portocarrero y Ailyn Murillo.
Por su parte, Ingrid Quiñones, estudiante de la Normal Juan Ladrilleros, revivió con su actuación a Margarita Hurtado, emblemática trovera y trabajadora ambulante de Buenaventura:
“Representar a estas luchadoras nos recuerda que nuestra historia está hecha de mujeres y hombres que forjaron libertad”.
La jornada cerró con la entrega de reconocimientos a las mejores:
- Comparsas (estilo libre y tradicional)
- Trajes típicos (infantil y adulto)
- Personajes emblemáticos (recreación histórica)

Pero más allá de los premios, el verdadero triunfo fue la masiva participación comunitaria, que transformó las calles en un escenario de resistencia cultural y unidad.
Aunque la abolición legal se decretó el 21 de mayo de 1851, el evento subrayó que la lucha contra las desigualdades sigue vigente. Con danzas, tambores y poesía, Buenaventura demostró que su herencia afrodescendiente no es solo pasado, sino fuerza creadora que construye futuro.