América Latina podría acumular para diciembre de este año cerca de medio millón de muertes derivadas de la pandemia de covid-19, según las conclusiones de investigadores del Instituto de Métrica y Evaluación de Salud (IHME), de la Universidad de Washington.
En un informe, señalan que si bien esta región tiene menos del 10 por ciento de la población del mundo, las víctimas que suma son la cuarta parte de las ocurridas por el virus, al punto que el 43 por ciento de los decesos diarios que ocurren en la actualidad por esta causa se registran en el continente latinoamericano.
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En ese contexto, Rafael Lozano, director de sistemas de salud del IHME, le dijo a la agencia EFE que a este ritmo y para finales de año la covid-19 será la primera causa de muerte en América Latina.
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En concreto, los investigadores infieren que por encima de las enfermedades cardiovasculares, las infecciones respiratorias y la violencia, en números absolutos y generales la epidemia covid-19 se apresta a ser la principal causa de muerte en el 2020, en un escenario que el IHME ubica en 495.000 muertes para diciembre de este año.
Las declaraciones de Lozano fueron dadas en un seminario organizado por dicho instituto en el que también se dijo que la pandemia será la primera causa de muerte en México y Estados Unidos, aunque en Brasil se espera un deceso de la mortalidad por el nuevo coronavirus en la parte final del año. En dicho país, el más grande del continente, la primera causa seguirán siendo las enfermedades cardiovasculares.
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En el análisis tanto México como Brasil, a pesar de tener gobiernos ideológicamente opuestos, coinciden en la carencia de políticas públicas fuertes basadas en la evidencia científica para enfrentar la pandemia, lo cual se ha evidenciado en las cifras más abultadas.
Michael Touchton, encargado del caso brasileño en el informe, remata que en ninguno de estos dos países existe un mensaje claro, conciso y consistente que le permita a la población acatar decisiones y aplicar medidas con confianza.
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De acuerdo con los investigadores, Chile sobresale en la región como el país que más logros ha tenido en cuanto al número de pruebas y rastreo de contactos, dijo Felicia Knaul, directora de estudios avanzados para las Américas en el IHME. Esto se refuerza al observar que en dicho país la tasa promedio móvil de siete días de pruebas por cada 10.000 habitantes fue de 1,4, muy superior a todos los latinoamericanos. En este ránking el más cercano es Colombia, con 0,6.
De los países analizados Colombia es el que cuenta con la política más completa respecto al uso del tapabocas, en razón a que ha emitido directrices para su uso obligatorio con un puntaje de 91 sobre 100. Le siguen de cerca Bolivia y Chile mientras Brasil (77) y México (72) no han podido convertir este hecho en una política nacional.
Frente a los tapabocas, en México y Brasil tienen estos rezagos dado que sus mandatarios no suelen utilizarlos en actos públicos.
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Chile también fue destacado por sus mensajes simples y por la estrategia de control de brotes, en contraste con Bolivia, que a pesar de tener una política nacional estricta frente a la pandemia, deja ver una situación crítica.
Honduras, por su parte, fue uno de los países con el peor desempeño en lo que se refiere a la aplicación de pruebas y en general en todos los países se aprecian diferencias regionales marcadas por asimetrías sociales y económicas.
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