Redacción BL
En la tarde de este martes, la Procuraduría General solicitó de manera formal a la Policía Nacional que el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, suspenda el uso de la escopeta calibre 12 utilizada para disolver disturbios y bloqueos de vías.
Esa misma arma fue la que impactó la humanidad del joven Dilan Cruz el pasado 23 de noviembre, quien falleció dos días después.
A través de un comunicado, el Ministerio Público señaló que en medio de la investigación que viene adelantando por la muerte de Dilan Mauricio Cruz Medina, en medio de una manifestación, le solicitó al director de la Policía Nacional, el general Óscar Atehortúa, «suspender de manera inmediata el uso de la Escopeta calibre 12 y su munición de impacto dirigido, empleada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios para disolver revueltas, manejo de multitudes y bloqueos de vías; por falta de capacitación a los miembros de la unidad sobre el manejo de esa arma».
De acuerdo con la comunicación, la Procuraduría señala que «el uso de la Escopeta calibre 12, -relacionada como un arma mecánica cinética-, en el control de disturbios por parte de la Policía Nacional representa un serio peligro para la comunidad, lo cual se ha hecho palpable no sólo en Colombia, sino de manera reciente en Chile y desde épocas pretéritas en varios países, tal como ha quedado documentado en distintas publicaciones a nivel mundial”.
La solicitud es sustentada por la Procuraduría al advertir que la incorporación de dicha escopeta y su munición, es contraria a la Constitución y su artículo 216, en el que se afirma que el fin de la fuerza pública “es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz”.
De igual forma, el ente de control subraya que de acuerdo con el artículo 166 del Código de Policía, se establece que el uso de la fuerza solo debe ser empleado por el personal uniformado “como último recurso físico para proteger la vida e integridad física de las personas incluida la de ellos mismos, sin mandamiento previo y escrito, para prevenir, impedir o superar la amenaza o perturbación de la convivencia y la seguridad pública, de conformidad con la ley”.
FALTA DE CAPACITACIÓN
La Procuraduría señala en su comunicado que en el pensul académico, sobre el conocimiento del uso de la fuerza, tácticas y técnicas para la correcta intervención policial así como el empleo de armas, municiones, elementos y dispositivos menos letales, que dura 48 horas, en ningún lado se específica la capacitación que deben recibir para el uso de la Escopeta calibre 12 y su munición de impacto dirigido.
Señala el ministerio Público que la capacitación «sólo es llevada a la práctica cuando existe disponibilidad de munición, aunque comúnmente, dado su elevado costo, hay déficit, al punto que en muchas ocasiones para el desarrollo de un seminario sólo proporcionan 100 cartuchos para capacitar 1000 hombres”.
En el texto, advierten que a su juicio «resulta imposible que un miembro del Esmad adquiera tal destreza en el uso de la Escopeta calibre 12 cargada con un cartucho de impacto dirigido, en cualquiera de las dos capacitaciones existentes, en tan limitados espacios de tiempo, y menos aún si se tiene en cuenta que dichos ejercicios no se limitan al uso exclusivo de esa arma, sino respecto de todas las menos letales que le son entregadas para el servicio, ello sin dejar de mencionar el hecho que en aquellos eventos donde sólo 100 uniformados la disparan en una oportunidad, los 900 restantes observan”.
Señala la Procuraduría que en Bogotá esta arma se utilizó por primera vez durante las manifestaciones del mes de noviembre de 2019, por lo que reiteran que la destreza en el manejo de la misma solo la adquiere el uniformado «la adquiere el policial sólo cuando se enfrenta a la realidad del caso en el que participa, es decir con ciudadanos”.
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