Según las cuentas del Ministerio de Hacienda, gracias a la no deducibilidad de las regalías, que se cayeron esta semana en la Corte Constitucional, se esperaba recaudar $3,38 billones en 2023, $2,79 billones en 2024; mientras que el recaudo proyectado para 2025 es de $2,2 billones y para el 2026 es de $1,97 billones.
Estos son recursos que ya no van a entrar a las arcas del Estado, por lo que se espera un recorte en la ejecución presupuestal.
Tal y como lo dijo el presidente Gustavo Petro por medio de su cuenta de X en la noche del pasado jueves, desde la Casa de Nariño ya se enviaron las primeras órdenes al Ministerio de Hacienda para que empiece a recortar los recursos a ejecutar este año, teniendo en cuenta que está cayendo el recaudo de recursos por medio de impuestos.
Altas fuentes oficiales le confirmaron a Portafolio que el primer recorte, para el 2023, se estableció en $4 billones y que solo se está a la espera de que se emita la directriz general a las demás entidades estatales.
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Pero además, se pudo confirmar que ya se están realizando las proyecciones y análisis para un recorte adicional en las partidas correspondientes al 2024, basados en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que empiezan por los $7 billones que se dejarán de recibir tras la caída de la no deducibilidad de las regalías en la Corte Constitucional, que tumbó uno de los pilares de la reforma tributaria aprobada el año pasado.
Dentro de los cálculos a futuro, según las fuentes consultadas, también se está revisando el recaudo esperado por los litigios tributarios, vía a través de la cual el Gobierno espera recaudar $15 billones, con el fin de determinar qué tanta seguridad hay en cada uno de los procesos.
Si bien la caída de la no deducibilidad de las regalías era algo que se esperaba por parte de algunos sectores políticos y económicos, puesto que desde que la reforma tributaria era un proyecto se había advertido que era inconstitucional, ya se tenían cuentas hechas, por lo que ahora queda un hueco fiscal.
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No obstante, Juan Carlos Valencia, experto tributarista y socio en Holland & Knight, sostiene que “la caída de esta norma se traduce en un fortalecimiento de la economía en el mediano y largo plazo, ya que si hubiese subsistido, se ponía en riesgo la supervivencia de todo el sector minero, por ende, ponía en riesgo una recaudación muy relevante”.
Vale la pena recordar que según un informe de la Ocde, publicado la semana pasada, Colombia tiene uno de los sistemas tributarios menos competitivos entre los países que hacen parte de esa organización, razón la que estos expertos recuerdan que no solo se trata de poner impuestos, sino de pensar en no afectar el aparato productivo.
Entre tanto, para Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Universidad del Rosario, “quizás en este año no se sentiría ese efecto por una gran razón, porque la ejecución del presupuesto de la nación viene rezagada, y viene rezagada sobre todo en materia de gastos de inversión”, pero el otro año seguro se sentirá.
El presidente Gustavo Petro insiste en defender la no deducibilidad de las regalías, argumentando que “Colombia está regalando su subsuelo, que es propiedad de la Nación, e incluso subsidiando el carbón. Eso debe terminar”.
Así mismo, resaltó que los dineros que se iban a usar para educación, salud y transición energética, ahora se convertirán en utilidades de las multinacionales del carbón y el petróleo.
DANIEL HERNÁNDEZ
Periodista Portafolio
