📌 Un nuevo crimen de odio enciende las alarmas en el puerto, mientras la comunidad exige acciones urgentes contra la violencia hacia la población diversa.
La ciudad de Buenaventura amaneció en shock tras el asesinato de Jessi Beltrán, una reconocida integrante de la comunidad LGBTI, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado al interior de un vehículo en la Ciudadela San Antonio (etapa 1). El crimen, ocurrido en una zona de alta circulación, no solo le arrebató la vida a Jessi, sino que también dejó dos personas heridas, aumentando la indignación y el temor entre los habitantes.
Jessi Beltrán era una figura visible en la defensa de los derechos de la comunidad diversa en Buenaventura, lo que ha llevado a muchas organizaciones a señalar este hecho como un posible crimen de odio. La falta de protección estatal y el aumento de la violencia en el puerto han generado un clima de zozobra, especialmente entre las minorías.
Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos han alzado la voz, exigiendo a las autoridades locales y nacionales:
✔ Investigación exhaustiva que esclarezca si este crimen tuvo motivaciones discriminatorias.
✔ Protección efectiva para la comunidad LGBTI, históricamente vulnerada.
✔ Políticas públicas que prevengan más ataques y garanticen justicia.
✍️ ¿Qué opina la comunidad?
La indignación crece en redes sociales, donde usuarios exigen respuestas claras y medidas concretas para evitar que hechos como este se repitan.
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